Martín Soria y la Corte: injerencia en la Justicia y prepotencia

Hacer política desde la confrontación y por los medios, casi nunca vía un cara a cara civilizado con sus interlocutores. El estilo prepotente define a Martín Soria.
Ahora, al frente del ministerio de Justicia, embiste cada vez que un fallo o decisión judicial no cuadra en los intereses de Cristina Kirchner o los del gobierno nacional.
Lo más grave es el desprecio de un principio institucional básico de la democracia: la división de poderes. Y osa hacerlo en la cara de la propia Corte Suprema de Justicia.
La vehemencia de Martín Soria viene del espejo de su padre, “el Gringo”, quien en 1999 le facilitó el ingreso como empleado del juzgado de Juan José Galeano, cuando investigaba la causa AMIA.
A diferencia de su progenitor, Martín no se caracteriza por rodear de argumentos consistentes sus definiciones.
Sus arremetidas son bombas de estruendo… ruido puro. El mandato de lo que Cristina necesita transmitir, en el señalamiento de un enemigo.

Hacer política desde la confrontación y por los medios, casi nunca vía un cara a cara civilizado con sus interlocutores. El estilo prepotente define a Martín Soria.
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