Moverse ayuda a combatir los dolores de la artrosis
Se trata de una de las enfermedades de las articulaciones más frecuentes y por lo general afecta las manos, las rodillas y la cadera.
SALUD
Carlos siente dolores en el hombro izquierdo desde hace 15 años. “Dolía cuando no me movía, pero dolía más todavía si me movía”. Su diagnóstico: artrosis. Intentó combatir los dolores aplicando calor y tomando medicamentos. Hoy sigue sintiendo molestias, pero “son llevaderas”, cuenta este hombre de 66 años.
La artrosis afecta a millones de personas. Es una de las enfermedades de las articulaciones más frecuentes y por lo general afecta las manos, las rodillas y la cadera.
Las articulaciones son una especie de amortiguador entre las extremidades de dos huesos. En realidad lo que asume esa función es el tejido cartilaginoso que protege las articulaciones. Ese tejido “se nutre” del fluido que es producido por la membrana sinovial. Y la producción se activa fundamentalmente cuando la persona se mueve.
El tejido cartilaginoso puede verse dañado en un accidente o al practicar deportes. Otras causas pueden estar en los malos movimientos o en la sobreexigencia de las articulaciones. Es decir, el sobrepeso, las malas posturas o las deformaciones como las piernas en forma de “x” o de “o” también pueden ser una carga para estas partes del cuerpo.
El riesgo de presentar artrosis aumenta con la edad, pero también puede haber un componente genético. Si bien pueden desprenderse pequeñas partes del tejido, los especialistas no dicen estar ante la presencia de una artrosis hasta que el hueso no cambia de forma.
Con el correr de la artrosis, el tejido está cada vez más desgastado y eso lleva a que, con el tiempo, los huesos choquen entre sí. La membrana sinovial puede irritarse cuando se desprenden pedacitos del tejido. Produce más líquido y eso genera un derrame que lleva a que la articulación se sienta tibia e hinchada.
La artrosis se manifiesta cuando uno, después de tener una etapa de tranquilidad, hace movimiento y siente dolor o se siente tieso. Después de moverse unos minutos, esa sensación molesta suele pasar, pero si siente esos primeros síntomas es importante que consulte a su médico de cabecera, que, haciendo una radiografía, podrá determinar si está sufriendo las primeras manifestaciones de esta enfermedad o no.
Si la articulación está severamente dañada y los dolores son fuertes, puede barajarse la implantación de una prótesis. La operación entra en juego como posibilidad cuando el paciente dice que no puede soportar los dolores, pero es importante tener una segunda opinión profesional antes de tomar la decisión y conversar sobre el tema con otros afectados.
Carlos cuenta que combate el dolor con tres grandes “M”: Movimiento, movimiento y más movimiento. Andar en bicicleta o hacer natación es una gran ayuda, porque tener músculos fuertes hace que la carga sobre las articulaciones sea menor.
Si bien el avance de la artrosis no puede ser detenido, se puede trabajar para reducir el dolor. Cada uno debe ir encontrando su propio camino. Carlos tiene otra recomendación: “Darse un baño tibio es un gran alivio”.
dpa
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