Veteranos de YPF insistieron en quedarse en el edificio donde se instalaron en Plaza Huincul

La agrupación 29 de Octubre de Veteranos Ypefianos de Plaza Huincul y Cutral Co recordaron el descubrimiento del gas en la localidad y a los dos primeros obreros que murieron en la actividad. El acto permitió entregar dos menciones a familiares de los pioneros en la industria hidrocarburífera: Juan Schreiber y José Potenzoni.

La ceremonia fue muy emotiva porque el principal referente de la casa de la Historia Veteranos Ypefianos, José Briceño aprovechó la ocasión para reafirmar la postura de no abandonar este edificio que se encuentra en una estratetégica e histórica esquina, al ingreso de la ciudad: avenida San Martín y Azucena Maizani.

Los pioneros recordados fueron Juan Schreiber, a través de su bisnieta Mabel; y José Potenzoni, con su nieto Adalberto, quienes se refirieron a la necesidad de mantener viva la memoria para evitar que la agrupación 29 de Octubre no sea desalojada de la casa que ocupan, al ingreso de Plaza Huincul.

El acto que se hizo este miércoles pretendió fijar en la memoria el momento en que un bolsón de gas afloró de las perforaciones un 18 de agosto de 1928, en Plaza Huincul. A la vez, visibilizar el pedido de los integrantes de esta agrupación para que desde el municipio no les pidan que se muden a otro espacio.

«Hoy es el mañana que nos dejaron nuestros padres», dijo José Briceño

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La ocasión permitió al presidente de la agrupación, Briceño recordar todo el camino hecho hasta ahora. «Hoy es el mañana que nos dejaron nuestros padres. Por eso pensamos que olvidarnos de esa gente que hizo todo, sería traicionarlos», subrayó emocionado.

Sostuvo que no van a entregar este espacio que se creó hace tres años atrás. «Le debemos tanto a nuestros mayores que gente que ni siquiera ha pisado una canaleta con barro no entiende lo que es ser, especialmente un perforador», reflexionó Briceño.

Y se preguntó ¿por qué entregar algo que nos pertenece?. Dijo que se salvó de perder la vida en muchos accidentes y agregó: «si tengo que perder mi vida por esto, lo voy a hacer».

Esta casa de la historia ypefiana, supo funcionar como una edificación del ferrocarril. Alberga desde el libro diario donde está inscripta la actividad del Pozo Uno que dio origen al petróleo en la zona hasta documentos, fotografías, artículos de uso diario en los diferentes sectores que tenía la empresa petrolera. Tanto de la actividad propiamente dicha como de la administración, la atención sanitaria y la deportiva.

Todo se constituyó con las donaciones que las propias familias de trabajadores petroleros fueron dejando al cuidado y resguardo de Briceño, en estos años. Es un sitio que suele ser visitado por estudiantes, o por personas que vivieron en la zona y quieren recordar cómo era la vida en los campamentos antes de la privatización.

Al acto de este miércoles, asistieron extrabajadores y familiares, y el concejal Fernando Doroschenco.