Nada más divertido que viajar en tren

Eugene Bostick y su hermano Corky son oriundos de Fort Worth, Texas (Estados Unidos). Ambos viven al final de una calle sin salida, lugar donde muchos habitantes de la ciudad acuden para abandonar sus perros.

El hombre, cansado de la situación, empezó a adoptar y alimentar a esos perros, además de llevarlos al veterinario. Una vez sanos y alimentados, les hacían un lugar para quedarse y Eugene los sacaba a pasear con su tractor. Pero claro, en un tractor no se pueden llevar muchos perros, así que cómo buen soldador que es, Eugene, se propuso hacer un tren para los canes.

El anciano se puso manos a la obra y tomó barriles de plástico, a los que soldó ruedas y los ató todos juntos a su tractor. Ahora el paseo es más divertido ya que cada animal tiene su vagón.