El gobierno agregó un nuevo y desconcertante capítulo a su zigzagueante política exterior, cuando adelantó la posibilidad de convalidar los resultados de las elecciones que se harán hoy en Nicaragua, una farsa electoral que sólo servirá para darle una pátina de legitimidad al régimen autocrático que consolidan desde hace 14 años Daniel Ortega y su esposa y “copresidenta” Rosa Murillo. La vocera presidencial Gabriela Cerruti adelantó que “si no hay objeciones de organismos internacionales”,