Lo que establece la diferencia es un conocimiento profundo y una experiencia probada, no una pulsión basada en sentimientos o aspiraciones íntimas y vagas. Aunque la reciente y muy difundida interpretación improvisada con una guitarra, realizada desde lo más alto de la conducción del Gobierno, suscitó una intensa polémica entre los que la elogiaron como un gesto de simpática espontaneidad y aquellos que la condenaron como un hazmerreír, lo fundamental es que el hecho invita a reflexio