Análisis: El poder del aparato y la conciencia del voto en Neuquén y Río Negro

En un escenario volátil, las certezas de ayer no son seguridades de mañana. El papel de Figueroa y Weretilneck.

Las razones de los millones de votos que sumó Sergio Massa entre las elecciones primarias y generales pueden estar en muchas variables, según el análisis. El aparato del PJ, la fuerza de los gobernadores, el miedo a un triunfo de Javier Milei en primera vuelta, el aporte de los que no votaron en agosto, la efectividad de lo que la periodista mexicana radicada en Buenos Aires Cecilia González llama “micromilitancia”. También puede ser un cúmulo de varios motivos, que, volátil como aparece la política argentina, podrían evaporarse de acá al balotaje.

La gente de a pie, la gente suelta, hace su aporte silencioso. No siempre los aparatos garantizan un resultado, aunque claro que contribuyen.

Los gobernadores electos de Neuquén y Río Negro se jugaban en esta elección aspiraciones diferentes.

Rolando Figueroa no llevó candidato y es incierto si efectivamente bajó la orden de votar a uno u a otro. De hecho, en Neuquén volvió a ganar Milei, aunque con una diferencia achicada, luego de los coqueteos del gobernador electo con Massa.

Alberto Weretilneck jugaba otro partido porque, en un reparto de tres bancas, hace cuatro años había logrado que su partido, Juntos Somos Río Negro, colocara un diputado nacional, el primero. El escenario nacional de tercios le jugó en contra y de nada valió la distribución de boletas con candidatos a presidente recortada del resto y la de Luis di Giacomo en el tramo legislativo (con Milei y Bullrich en el centro de las ciudades y con Massa y Milei, en los barrios).

Las ciudades petroleras de Neuquén volvieron a darle a Milei un apoyo extraordinario, a pesar de que el sindicato del sector, que tiene 20.000 afiliados, se comprometió de manera contundente con la candidatura del ministro de Economía de la Nación.

Tampoco hizo mella en esos votos petroleros el aviso trasnochado de Milei de que vendería Vaca Muerta en caso de llegar a la presidencia. ¿Acaso podría venderse una formación geológica?

Los que trabajan en el petróleo, más específicamente los que pasan medio día de sus jornadas arriba de una torre de perforación o en la operación de una planta de gas, ya cobran sus salarios de bolsillos privados, en un negocio que tiene casi toda su operación tercerizada, por más que el yacimiento sea de una empresa estatal, como YPF.

Quedan poco más de 25 días para la segunda vuelta electoral, una eternidad en un país como el nuestro, donde el gobierno, la oposición, los trabajadores, los desocupados y los empresarios viven en un día a día constante.


Las razones de los millones de votos que sumó Sergio Massa entre las elecciones primarias y generales pueden estar en muchas variables, según el análisis. El aparato del PJ, la fuerza de los gobernadores, el miedo a un triunfo de Javier Milei en primera vuelta, el aporte de los que no votaron en agosto, la efectividad de lo que la periodista mexicana radicada en Buenos Aires Cecilia González llama “micromilitancia”. También puede ser un cúmulo de varios motivos, que, volátil como aparece la política argentina, podrían evaporarse de acá al balotaje.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora