“Yo firmo pero no decido”, dijo la gobernadora hace una semana. Hablaba de la fecha de las elecciones, pero es imposible no relacionarlo con cierto vacío de poder. Hay semanas que pasan volando. De hecho, la gobernadora Arabela Carreras voló al otro lado del mundo y en prácticamente ese lapso ya está de regreso a Bariloche. Antes de irse dejó, en declaraciones a este diario, una frase que resume la construcción de poder en su partido con una modalidad que amenaza con licuar su autoridad e