El Estado nacional hizo oídos sordos y ceguera inaudita a la tragedia ecológica cuando, a partir de la primera quincena de enero, se disparó, sacudió y arruinó unas 900.000 hectáreas de esta provincia litoraleña, con gravísimos daños ambientales, perjuicios patrimoniales, paisajísticos/culturales y secuelas de toda clase, índole y gravitación. En efecto, tremendos incendios forestales ya arrasaron el 45% del Parque Nacional Iberá, flora, fauna, biodiversidad, biomasa, producción forestal, gan