Dibu Martínez: la flexibilidad como estrategia

La velocidad del juego y la reducción de espacios, han generado la necesidad de adaptar técnicas adicionales de otros deportes.

“Ágil es el gato” sentenciaba José Zorzenòn al terminar su clase del profesorado convencido de haber dicho una verdad inapelable, aun frente a la mirada cómplice entre sí de Cunha, López, Gaynza, Estévez, Signori, Vilchez y otros compañeros quienes, desde allí, acuñaron la frase para siempre.

Lo cierto es que el gato tiene por su tipo de vértebras y músculos, una versatilidad para cambiar de posición, aun iniciado un movimiento, envidiable. En tanto el hombre, conciente de sus limitaciones anatómicas, a través de la biomimesis, ha intentado asemejársele en distintos aspectos. El de la actividad física-deportiva no ha sido la excepción, especialmente a través de la flexibilidad.

Por aquellos tiempos formativos, nadie objetaba la mayor laxitud de la mujer a la que además se entrenaba, pero era infrecuente el trabajo sostenido de elongación en hombres, siempre más abocados al desarrollo de la fuerza, resistencia, velocidad o técnicas concretas de alguna disciplina.

Hoy por hoy el trabajo específico de flexibilidad y relajación masculino, ha traído extraordinarios resultados en casos de atletas destacados internacionalmente, tales como el del mayor ganador de Grand Slams de la historia del tenis Novak Djokovic de 37 años de edad y el del nuevamente reconocido por la FIFA mejor arquero de fútbol de la actualidad, nuestro Emiliano Martínez de 32.

En relación al serbio, quizás haya sido la virtud que más lo ha diferenciado del “Big Three”. Esa capacidad para llegar a las pelotas más difíciles estirando sus miembros superiores e inferiores al extremo, es una característica que lo potenciaba ante Federer y Nadal, y que aún hoy, frente a adversarios más jóvenes, le permite estar en plenitud competitiva.

Por el lado de Emiliano Martínez desde que emigró a los 12 años, nunca dejó de trabajar lo que el mismo llama “los estiramientos”. En la actualidad y desde hace años -al igual que Nole- hace Pilates, Yoga y cuenta con un osteópata que le preparan rutinas personalizadas. Dibu tiene montado un gimnasio en su propia casa y está convencido que hacer una vida sana y pensar en el fútbol 24x 7 es lo que le ha permitido llegar a ser un número uno.

A la profundización de la extensión de sus músculos, le sigue en ambos casos, sesiones de relajación mental que les permiten ganar en concentración y estar ubicados en el aquí y ahora, sobre todo frente a situaciones de presión.

Respecto del marplatense, la demostración más memorable de ese trabajo -y para los argentinos más gozosa- ha sido el mano a mano contra Kolo MuanI a los 123 minutos de la final del Mundial de Qatar 2022 frente a Francia.

Asombraría ver la cantidad de atajadas de ese tipo, que el 23 tiene a menudo en la Premier League. Y he aquí un progreso que ha tenido la preparación de ciertos guardavallas, no solo en observar a los animales e intentar emularlos en agilidad, sino también en extrapolar técnicas de otros deportes.

La icónica atajada tiene mucho del handball y del futsal, deportes en los que el portero barre con piernas y brazos tratando de cubrir intuitivamente la mayor cantidad de ángulos bajos del arco de 3 x 2 metros.

Hay un primer momento en que el arquero por la lectura de la pelota y la posición del atacante, detecta que el balón va a ir abajo y realiza el movimiento de ocupar la mayor superficie posible (propio de la supervivencia animal), e incluso regala algún sector para invitar a su rival y cuando sale el disparo la respuesta neuromotora del tándem cerebro- pierna eyectora aparece inmediata.

Estas técnicas tan propias del arquero de balonmano, son particularmente aptas cuando hay cercanía y ángulo reducido y obliga a atajar en un plano frontal y con las piernas, cuando años atrás era impensable, que un golero de futbol pudiera impedir un tanto sin volar en alguna dirección siempre utilizando sus guantes.

Es que la velocidad del juego y la reducción de espacios, han generado la necesidad de adaptar otras técnicas y la del Dibu, en dichos planos, es una de las más depuradas.

Tal reacción que parece espontánea, no es más que la sumatoria de un trabajo acumulativo y metódico, más en un hombre corpulento como Martínez cuya predisposición natural no parece en principio laxa.
De este modo el estímulo neuromotor y la flexoextensión de la rodilla utilizando los cuádriceps, pero también con estas técnicas, los abeductores, aductores, isquiotibiales y gemelos han preparado a un cuerpo que, de no ser así, difícilmente hubiera logrado semejante cantidad de aciertos. De dicha manera el pulido de una técnica individual se transforma en invalorable aporte para la estrategia y hasta el resultado de un partido.

Si a esto le sumamos, en ambos deportistas, la extraordinaria mentalidad ganadora y capacidad de concentración, mejorada a través de la meditación, llegaremos a la conclusión del porqué se han superado y extendido sus límites.

La flexibilidad puede transformarse así en un inteligente método no solo de concesión, sino también de obtención de logros.

Algo sobre lo que podríamos avanzar también en nuestra vida cotidiana, al prepararnos para lograr objetivos que elonguen nuestra mirada y nos ayuden a ser más flexibles.

*Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente Universitario. angrimanmarcelo@gmail.com


“Ágil es el gato” sentenciaba José Zorzenòn al terminar su clase del profesorado convencido de haber dicho una verdad inapelable, aun frente a la mirada cómplice entre sí de Cunha, López, Gaynza, Estévez, Signori, Vilchez y otros compañeros quienes, desde allí, acuñaron la frase para siempre.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora