Los gobiernos se ven constreñidos a elegir entre privilegiar la eficiencia económica del conjunto por un lado y, por el otro, dar prioridad a los intereses de una mayoría perjudicada por las nuevas tecnologías. Donald Trump cosecha en el descontento. Foto AP/Yuki Iwamura. Si bien es tentador suponer que el caso argentino es sui géneris por tratarse de los problemas de una sociedad que, para desconcierto de estudiosos de otras latitudes, se empobreció voluntariamente en una época en que