Los nuevos recortes afectaron a países que son grandes economías y consumen mucho gas natural ruso. Alemania depende de Rusia para el 35% de sus importaciones de gas, Italia del 40%. Lo que hace transpirar a los líderes y empresarios europeos no es una ola de calor. Es el temor a que la manipulación rusa de los suministros de gas natural provoque una crisis política y económica el próximo invierno. O, en el peor de los casos, incluso antes. Rusia redujo la semana pasada los sumin