La neutralidad o el no alineamiento no son suficientes para preservar la seguridad. Ambas posiciones no son formas viables para navegar en medio de las rivalidades de un mundo fragmentado. Finlandia no suele aparecer en los principales titulares de la prensa internacional. Cuando lo hace, generalmente, es por los logros de su afamado sistema educativo o por distinguirse, por quinto año consecutivo, como el país más feliz del mundo. Pero esta vez, la petición de sumarse a la Organi