De buenas a primeras, lo que parecía una situación social contenida por el aparato del gobierno provincial muestra sus fisuras. Dos transiciones están conviviendo en Neuquén. La formal se inició con un desayuno amable entre el gobernador Omar Gutiérrez y el electo, Rolando Figueroa, y continuó con un encuentro de sendos delegados para cumplir la ley y coordinar el traspaso de información entre la gestión saliente y la que ingresará en diciembre. La subterránea es menos amorosa y empezó a