La débil oposición del sur
Es un interrogante el rol de los provincialismos si la elección se polariza entre libertarios y kirchneristas. En Río Negro y Neuquén UxP hace esfuerzos por sostener la unidad.
Los niños pierden recuerdos, los achican o los agigantan. A las naciones no debería ocurrirles lo mismo. A propósito de este 24 de Marzo, recuerdo cuando con mis vecinitos mirábamos a los soldados trabajando en el asfalto de la Avenida Argentina en Cinco Saltos. Eran tiempos de Dictadura y desapariciones forzadas, que una parte de la sociedad civil legitimó en nombre de la ‘paz social’ y de un fracasado plan económico. La obra pública y la propaganda daban tinte de paternalismo a unas Fuerzas Armadas que avanzaban con represión y exterminio. El relato oficial siempre se ajusta al humor social.
“Son espejitos de colores que muchos compran”, advertía esta semana un frustrado legislador sobre las promesas mileístas tras el aval que 129 diputados dieron al DNU 179/25. Ajustada y urgente fue la votación que liberó las manos de Javier Milei para acordar con el FMI, en un país casi permanentemente endeudado.
El equipo del presidente encontró un atajo y eludió al Senado incumpliendo el espíritu de la Ley 27.612. Elisa Carrió y la Coalición Cívica –habituales defensores de la institucionalidad – apoyaron con justificativo borgeano. “Nos une el espanto”, admitió un alfil ‘lilito’. En minoría quedó la izquierda, un puñado de radicales y diputados sueltos, además del peronismo deshilachado. Hubo votos a favor y estratégicas ausencias digitadas por gobernadores de partidos provinciales e incluso del PJ y exaliados, tanto del Norte Grande como del Sur.
De yapa apareció un nuevo bloque de cuatro senadores dentro de Unión por la Patria, para diferenciarse de los jefes puestos por Cristina Kirchner. En simultáneo, el gobernador Axel Kicillof volvió a rebelarse al habilitar un bloque propio en la Cámara de Diputados de Buenos Aires con el fin de desdoblar las elecciones.
En este contexto, las preguntas son si la elección se polariza entre el peronismo y Milei. Qué rol juegan los provincialismos. Si el PRO pasa a ser una fuerza distrital -como el MPN o Juntos Somos Río Negro- o si no le alcanza ni siquiera para defender el territorio porteño. En Río Negro y Neuquén UxP hace esfuerzos por sostener la unidad y no dejarse contaminar por esos procesos.
Sin un solo gobernador libertario, el presidente revirtió la suma de traspiés de las últimas semanas con un triunfo legislativo. “Es muy difícil gestionar con un gobierno que extorsiona”, respondió el senador Fernando Salino, presidente del nuevo bloque dentro de Unión por la Patria. El puntano buscó explicar el reiterado apoyo de distintos mandatarios a los pedidos de Milei.
En ese universo están el tucumano Osvaldo Jaldo y el salteño Gustavo Sáenz, que celebraron el acuerdo con el jefe de gabinete Guillermo Francos y con el ministro Luis “Toto” Caputo para recibir obra pública. Ambos, junto a Raúl Jalil, pasaron por la Casa Rosada la noche anterior a la votación parlamentaria como también el cordobés Martín Llaryora, que disciplinó a casi todos los suyos. Jalil, como Gerardo Zamora de Santiago del Estero, se diferenció con pudor: no posteó foto y sus diputados estuvieron ausentes, suficiente para ayudar al oficialismo.
Los oficialismos de Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén contribuyeron con ese número. Incluso el rionegrino Agustín Domingo (Juntos) defendió las explicaciones de los funcionarios del Gobierno y votó a favor junto a Pablo Cervi (UCR); Osvaldo Llancafilo (MPN); las libertarias Nadia Márquez y Lorena Villaverde y Sergio Capozzi y AníbalTortoriello del PRO. Por el Comahue sólo rechazaron el DNU los peronistas Tanya Bertoldi, Pablo Todero y Martín Soria.
Esta semana la prueba de fuego serán las designaciones –también vía DNU- de Manuel García Mansilla y Ariel Lijo. En el Gobierno hay optimismo, al menos con uno de los dos.
El actual juez federal, que por no querer renunciar aún no asumió vía decreto, tiene más chances de ver aprobado su pliego, que siempre tuvo las firmas para ser tratado en el recinto. El kirchnerismo está en un brete. Y el Gobierno espera gritar otro gol.
Los niños pierden recuerdos, los achican o los agigantan. A las naciones no debería ocurrirles lo mismo. A propósito de este 24 de Marzo, recuerdo cuando con mis vecinitos mirábamos a los soldados trabajando en el asfalto de la Avenida Argentina en Cinco Saltos. Eran tiempos de Dictadura y desapariciones forzadas, que una parte de la sociedad civil legitimó en nombre de la ‘paz social’ y de un fracasado plan económico. La obra pública y la propaganda daban tinte de paternalismo a unas Fuerzas Armadas que avanzaban con represión y exterminio. El relato oficial siempre se ajusta al humor social.
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