La marihuana gana en la NBA

La NBA a partir de la próxima temporada 2023-2024, permitirá que los basquetbolistas consuman marihuana. A su vez autorizará a los jugadores a que inviertan en franquicias propias de la liga y avalará las apuestas deportivas.

En efecto, la liga estadounidense de básquet quien había suspendido los controles aleatorios desde 2021, ya no someterá a los basquetbolistas a pruebas de detección de marihuana en sus tests de antidopaje.

El debate sobre este tema se intensificó en el deporte de Estados Unidos, a punto tal que la MLB (liga profesional de béisbol) y la NHL (liga de hockey sobre hielo) cambiaron sus miradas sobre el uso de la marihuana en los deportistas y le quitaron las sanciones disciplinarias que existían previamente.

Exjugadores como Jay Williams (ex Chicago Bulls) y Kenyon Martin (ex Denver Nuggets) llegaron a afirmar que un “80% de los jugadores de la NBA” consume marihuana con distintos fines.

Existen casos como el de Dion Waiters (escolta alero de Miami Heat) que debió afrontar una suspensión de 10 partidos por ingerir un comestible con cannabis hace unos meses atrás. En el historial de sanciones, también se pueden agregar a Nerlens Noel, Thabo Sefolosha, J. R. Smith y Larry Sanders, todos castigados con partidos sin jugar, por el consumo de marihuana.

En relación con el tema, estrellas como Kevin Durant, Kareem Abdul-Jabbar o Allen Iverson se manifestaron a favor de le medida. Así Durant minimizó el tema al decir: “En mi equipo todos toman café o vino, la marihuana debería estar a ese nivel”.

También generó reacciones en contrario como la del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, quien señaló que en EEUU hay una doble moral: “No hacen nada por sus jóvenes, padecen de la terrible y mortal pandemia del fentanilo, pero no atienden las causas. tampoco limitan el consumo de drogas, por el contrario, lo fomentan hasta en el deporte” Y agregó…”no les preocupa el bienestar, sólo el dinero”.

El tema es particularmente polémico ya que hay importantes intereses en juego y roza fibras sensibles, como cada vez que confluyen la salud y los intereses económicos.

Lo cierto es que se produce un desplazamiento en las fronteras de lo permitido. Un límite donde el deporte siempre actuó como muro de contención para una droga considerada por muchos como blanda o de inicio. Ello al compás de ciertos Estados norteamericanos que avalan el consumo de la marihuana -cuestión que la NBA siempre resistió – y que no pondrán piedras en el camino.

No existe discusión a esta altura de que la marihuana puede ser utilizada con fines médico-terapéuticos. Más ello no habilita a darle un aval para su uso indiscriminado en el deporte.

Es más, podría afirmarse que, en lugar de mejorar el rendimiento deportivo en campo, puede llegar a perjudicarlo. No parece lógico, entonces, que se admita su propagación en un ámbito donde la competición es extrema.

Es por ello que a nuestro entender la regla debiera ser la prohibición y su uso -solo en casos de prescripción médica- la excepción.

Cabe preguntarse ¿qué mensaje se da desde lo educativo, a miles y miles de estudiantes universitarios o escolares que nutren a la NBA, desde sus ligas formativas?

No cabe duda que si el consumo de marihuana entre los basquetbolistas de la NBA se encuentra tan difundido, mucho más fácil resultará mirar al costado, que hacer una campaña de concientización sobre el tema o andar suspendiendo cada vez a más jugadores. Algo que no debiera sorprender si se entiende a la NBA como un gigantesco negocio que, desde hace tiempo, excede largamente al deporte.

En tal orden, le medida pro marihuana, aunada a la posibilidad de inversión de los propios jugadores en franquicias y de permitir las apuestas, se inscribe dentro de un paquete destinado a extender en más los márgenes de las ganancias.

Una decisión tomada en una mesa de negocios, calculadora en mano y sin resquemores moralistas a la vista.

Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente Universitario. angrimanmarcelo@gmail.com