La reforma laboral dará impulso vital a las empresas y a la sociedad

Las pymes son el motor de la economía y la generación de empleo. Sin embargo, se ven constreñidas por una legislación laboral que no solo no las apoya, sino que las somete a un sinfín de desafíos y obstáculos.

En medio de un escenario laboral marcado por desafíos y adversidades, es imperativo que nuestro país aborde de manera urgente una reforma laboral integral. Esta reforma se presenta como una necesidad apremiante, ya que nuestra actual legislación laboral se ha quedado rezagada y distante de las demandas y realidades que enfrentan las empresas en el contexto global.

Las empresas, especialmente las pymes, son el verdadero motor de la economía y la generación de empleo. Sin embargo, se ven constreñidas por una legislación laboral que no solo no las apoya, sino que las somete a un sinfín de desafíos y obstáculos. El temor constante a enfrentar juicios laborales injustos y a indemnizaciones desproporcionadas amenaza su existencia misma, llegando incluso al cierre o desaparición.

En mi experiencia personal como empresaria, he sido testigo de cómo la justicia laboral tiende a favorecer al supuesto “más débil”, ignorando la realidad de las pymes que enfrentan riesgos constantes, crisis económicas y embargos financieros que las asfixian. Esta situación, lejos de fomentar un ambiente propicio para el crecimiento empresarial, actúa como un golpe de gracia que dificulta su supervivencia.

La reciente reforma laboral aprobada en Diputados representa un avance significativo, especialmente al prolongar el período de prueba para los empleados. Este cambio es crucial, considerando el deterioro en el nivel de formación y educación en nuestro país. Sin embargo, aún quedan aspectos por mejorar, como la reducción de multas excesivas que solo benefician a los abogados y castigan de manera desproporcionada a las pymes.

La posibilidad de que los monotributistas puedan asumir empleados es una medida acertada que merece aplausos. Esto no solo incentivará la creación de empleo formal, sino que también contribuirá al bienestar social, el crecimiento económico y el acceso a servicios como la seguridad social y los aportes jubilatorios.

Es fundamental destacar la labor del PEP Comité de Pymes, Emprendedoras y Productores, liderado por destacadas figuras como Rodolfo Llanos, Eduardo Lacha Lazari y Alejandra Bada Vázquez. Su incansable lucha por una reforma laboral justa y equitativa, así como su defensa contra injusticias como los bloqueos sindicales, son ejemplos claros de la necesidad de un cambio real en nuestro sistema laboral.

En conclusión, es hora de que nuestro país se comprometa con una reforma laboral que promueva el desarrollo empresarial y social. Las empresas no deben ser vistas como enemigas, sino como aliadas fundamentales en la construcción de un futuro próspero y equitativo para todos.

* Empresaria de logística, miembro del Comité de Pymes, Emprendedoras y Productores (PEP) y especialista en Comercio Internacional.


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