Libertarios y pymes en acción

Las pequeñas y medianas empresas son generalmente el germen de una ida comercial que impulsa el trabajo y el crecimiento. La debilidad de gestión y la dificultad de acceso al financiamiento habitualmente hacen que su recorrido sea breve. El 19/2/21 expresábamos desde estas páginas que los libertarios acaso estén construyendo una pyme, tal vez para venderla una vez que se acomoden las encuestas electorales y sea posible negociar un precio (“Violencia Política en la Argentina actual”).

Meses después el 25/11/21 afirmamos que la Pyme electoral ya estaba construida y la negociación con sectores de la oposición en marcha, aunque nunca conoceríamos su precio (“Cómo se construye la ultraderecha Argentina”). Pues transcurridos un par de años sus dos principales referentes concluyeron en aquellas afirmaciones: uno de ellos acorde con la principal coalición opositora, a la cual agredió sistemáticamente durante su gestión de gobierno y aun a días previos a su ingreso a ella.

El otro referente, el del plan motosierra, la venta de órganos , la bomba al banco central, los cupones para elegir escuelas, hospitales y universidades públicas , la libre compra y venta de armas, la eliminación de la obra pública, construyo una pyme más robusta y de propiedad exclusiva.

En distintas provincias se alzan las voces desencantadas (que supusieron la existencia de un líder y que la política es una mercadería más que se compra y se vende) que afirman haber tenido que pagar miles de dólares para comprar una candidatura, entregar cargos en legislaturas provinciales, intercambiar favores sexuales y afrontar los gastos del séquito que acompaña al líder mesiánico, ya viejo instrumento de poderes económicos nacionales y extranjeros. En la segunda nota hablamos del apoyo internacional del candidato, ungido localmente en sus orígenes por una gran corporación Argentina. Se diseñó desde la producción de uno de los canales más importantes del país la presentación (en un programa prime time nocturno) y divulgación pública del personaje que gritaba groseramente atacando a quien osaba contradecirlo, largando números “al boleo” y presuntas frases de autores económicos que importaban la verdad revelada para salvar al país de “los políticos chorros” .

La propia frase “casta política” fue una idea de producción mediática, mientras se construía un candidato en medio de la bronca y a la apatía , la confusión y angustia de la pandemia y la herencia recibida de un país endeudado en 33 meses (2016-2018) en dólares como nunca sucedió en esa magnitud y tiempo en la economía moderna mundial. Y lo particular: una parte sustancial de esos dólares por deudas se cambiaron por ganancias en pesos y se fugaron del país.

Ahora, a pagar con ajuste. ¿Por qué no se habla con claridad en TV y redes sociales de esto , si es justamente lo que nos hace pobres ?. Es mejor el escándalo, los mamarrachos diciendo barbaridades y macaneos tirando números o frases que nadie entiende, pero presentándolo como “el anti-casta” salvador que trae la verdad revelada de la libertad de hacer lo que uno quiera, como en un “estado de naturaleza “ animal donde en la jungla cada uno se puede salvar con la sola herramienta de la libertad .

Hasta dónde se puede trabajar mediáticamente sobre el subconsciente del ser humanos a través del impacto mediático irracional, sus miedos y sus broncas. Veamos el espectáculo final de este proyecto de ingeniería social que se montó en nuestro país para correr el eje de la discusión política y enfrentarnos entre nosotros – y me refiero a las grandes mayorías que pujan para vivir más dignamente o pretender avanzar en sus emprendimientos- buscando al enemigo al lado nuestro, cuando en realidad las causas del fracaso son otras.

Los argentinos no somos odio , no somos falta de solidaridad pero si somos individualismo y ausencia de proyecto colectivo. En todo club , oficina , fabrica o espacio colectivo – como por cierto en la política- existen personas que buscan exclusivamente su interés económico o el poder personal, por sobre todo lo demás .

Ello sucede desde el fondo de los tiempos, pero la política es el único instrumento de cambio en las relaciones de poder, en las relaciones económicas. Y la política no es un producto, no debe comprarse y venderse como una zanahoria, como han pretendido los que justamente usaron ese argumento para atacarla para enriquecerse vendiendo cargos y cumplir un rol que les preestablecieron.

El telón ha caído, la gigantesca obra de un discurso de extrema derecha ha sido develado en su trama político social en su verdadera esencia. La pregunta ahora sería: ¿hasta dónde llego a nosotros esa ideología?

Abogado. Docente de la Facultad de Economía UNCO.