La Argentina sirve como una advertencia de lo que puede suceder a una sociedad que opta por privilegiar lo inmediato por encima del mediano y largo plazo. Los políticos viven en un mundo propio. Si bien lo mismo podría decirse de todos los demás, en su caso particular la tendencia natural de los seres humanos a preocuparse más por lo que están haciendo otros de intereses similares entraña muchos peligros. Que los obsesionados por el fútbol, digamos, o una actividad artística, propenda