Hay una cifra que pone en evidencia la profundidad de ese abismo: las Leliq se acercan a un costo anual de cuatro billones de pesos. Un cuatro seguido de 12 ceros. Martín Guzmán se ha transformado en el nombre maldito que explica todas y cada una de las desgracias del Gobierno nacional. La excusa oficial es que Guzmán estafó a todos y se dio a la fuga. Como el hábil impostor de una estafa piramidal. Hasta allí las coincidencias; después se bifurcan los caminos: Cristina Kirchner lo acu