El ritmo frenético que adoptó la diplomacia mendicante del gobierno argentino es una imposición del ministro de Economía. Se demora la flexibilización del FMI. Cuando Alberto Fernández se paró días atrás ante Lula Da Silva estaba representando a un país con reservas de divisas negativas en su Banco Central. Fernández encaró la primera gestión relevante tras su renuncia: indagar en Brasil algún mecanismo de ayuda para evitar que la economía argentina acelere su ingreso en una nueva hiperin