Desde hace años Argentina viene haciendo punta en materia de energías verdes, genera alternativas a los recursos más contaminantes y hasta resulta acreedor climático en un contexto crítico, donde cada acción cuenta. Sin embargo, sólo con buenas acciones espasmódicas no alcanza, falta inversión. La economía y la energía, andan a la deriva en un laberinto que parecería no tener salida. La crisis económica pone en juego cada iniciativa y, a pesar de contar con el capital humano y los recursos