¿Un barzonismo argentino?
En Argentina, particularmente en su geografía más afectada por el fenómeno climático “La Niña”; una de las inclemencias ecológicas que ya perjudicó durante tres años consecutivos a nuestro país -especialmente al sector agrícola, ganadero o agroalimentario en general- exponiéndole ferozmente a sufrir una de las peores sequías de la historia con agudos déficits hídricos, pérdida de puestos de trabajo, cosechas finas y gruesas, cabezas de ganado, etc.; resumidamente nos podría estar sugiriendo recurrir a herramientas otrora similares a las del barzonismo mexicano.
Baste para ello con señalar que, solamente en las zonas núcleo de Santa Fe o Córdoba, ya se declaró la Emergencia y/o desastre agropecuario en tanto disposiciones similares alcanzan o se despacharon para otras provincias gravemente afectadas, vg. Catamarca, Chubut, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Rio Negro, Salta, San Juan, Tucumán y Santa Cruz.
Frente a este sombrío panorama rural, urge un tratamiento oficial excepcional y suficiente (vg., suspendiendo intimaciones, embargos y ejecuciones, etcéteras.) de la agónica situación tributaria, crediticia y financiera de los productores afectados. Esto será decisivo.
Pero no alcanza con los meros anuncios de la víspera del ministro de economía Sergio Massa: ”los productores que están en una zona declarada en emergencia accederán de manera directa a la suspensión de intimaciones y embargos de las cuentas bancarias”
Tampoco con: “Las medidas de alivio fiscal para las y los más de 60.000 productores incluyen la suspensión del pago de anticipo de ganancias, beneficios fiscales ante la venta forzosa de ganado y la suspensión de intimaciones y embargos de las cuentas bancarias”, aun cuando sean automáticas pero en el reino de la burocracia.
En efecto, ante tanta adversidad climática, dichas medidas no podrán cicatrizar patrimonialmente a un sector nuclear de la economía argentina, el cual así terminará con más perdedores, menos jugadores y menos productores.
Con relación al abordaje especifico del comportamiento bancario, mal podríamos prescindir de un antecedente invalorable de inconmensurable servicio vg., para el sector cooperativo. Hablamos de la Ley 11.380/26 que institucionalizó préstamos especiales y exención de impuestos.
Según su artículo 1º, se ordenó al Banco de la Nación Argentina, para hacer préstamos especiales, con o sin amortización y a plazo mayor de los seis meses que fija el reglamento vigente, a las cooperativas; en tanto el artículo 5º de la misma, dispuso que las cooperativas estarán exentas de los impuestos nacionales.
Con similitudes, matices y diferencias con el Grito de Alcorta, nuestra sugerencia proactiva de un barzonismo argentino, básicamente consiste en lo siguiente:
El Barzón nace en 1993 en el campo mexicano, debido a la inconformidad por los embargos, remates y desalojos que los productores del campo estaban sufriendo de manera cotidiana al no poder pagar las altas tasas de interés que les cobraban por sus créditos; ya en 1994 con la crisis financiera, el movimiento del Barzón estaba en todo el país, reflejando la crisis de un sistema económico que estaba afectando a los sectores productivos agrarios.
Así, mexicanos que entonces habían caído en cartera vencida producto de la crisis económica, finalmente lograron salvar el patrimonio familiar, con la negociación de la cartera vencida.
Por último, resulta injusto e inadmisible que por desastrosas causas ajenas, puedan recaer obligaciones sobre el que de suyo no las tiene; concreta y específicamente cada uno de los productores o pymes agrícolas y ganaderos perjudicados por La Niña en general.
*Experto en cooperativismo Coneau
En Argentina, particularmente en su geografía más afectada por el fenómeno climático “La Niña”; una de las inclemencias ecológicas que ya perjudicó durante tres años consecutivos a nuestro país -especialmente al sector agrícola, ganadero o agroalimentario en general- exponiéndole ferozmente a sufrir una de las peores sequías de la historia con agudos déficits hídricos, pérdida de puestos de trabajo, cosechas finas y gruesas, cabezas de ganado, etc.; resumidamente nos podría estar sugiriendo recurrir a herramientas otrora similares a las del barzonismo mexicano.
Baste para ello con señalar que, solamente en las zonas núcleo de Santa Fe o Córdoba, ya se declaró la Emergencia y/o desastre agropecuario en tanto disposiciones similares alcanzan o se despacharon para otras provincias gravemente afectadas, vg. Catamarca, Chubut, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Rio Negro, Salta, San Juan, Tucumán y Santa Cruz.
Frente a este sombrío panorama rural, urge un tratamiento oficial excepcional y suficiente (vg., suspendiendo intimaciones, embargos y ejecuciones, etcéteras.) de la agónica situación tributaria, crediticia y financiera de los productores afectados. Esto será decisivo.
Pero no alcanza con los meros anuncios de la víspera del ministro de economía Sergio Massa: ”los productores que están en una zona declarada en emergencia accederán de manera directa a la suspensión de intimaciones y embargos de las cuentas bancarias”
Tampoco con: “Las medidas de alivio fiscal para las y los más de 60.000 productores incluyen la suspensión del pago de anticipo de ganancias, beneficios fiscales ante la venta forzosa de ganado y la suspensión de intimaciones y embargos de las cuentas bancarias”, aun cuando sean automáticas pero en el reino de la burocracia.
En efecto, ante tanta adversidad climática, dichas medidas no podrán cicatrizar patrimonialmente a un sector nuclear de la economía argentina, el cual así terminará con más perdedores, menos jugadores y menos productores.
Con relación al abordaje especifico del comportamiento bancario, mal podríamos prescindir de un antecedente invalorable de inconmensurable servicio vg., para el sector cooperativo. Hablamos de la Ley 11.380/26 que institucionalizó préstamos especiales y exención de impuestos.
Según su artículo 1º, se ordenó al Banco de la Nación Argentina, para hacer préstamos especiales, con o sin amortización y a plazo mayor de los seis meses que fija el reglamento vigente, a las cooperativas; en tanto el artículo 5º de la misma, dispuso que las cooperativas estarán exentas de los impuestos nacionales.
Con similitudes, matices y diferencias con el Grito de Alcorta, nuestra sugerencia proactiva de un barzonismo argentino, básicamente consiste en lo siguiente:
El Barzón nace en 1993 en el campo mexicano, debido a la inconformidad por los embargos, remates y desalojos que los productores del campo estaban sufriendo de manera cotidiana al no poder pagar las altas tasas de interés que les cobraban por sus créditos; ya en 1994 con la crisis financiera, el movimiento del Barzón estaba en todo el país, reflejando la crisis de un sistema económico que estaba afectando a los sectores productivos agrarios.
Así, mexicanos que entonces habían caído en cartera vencida producto de la crisis económica, finalmente lograron salvar el patrimonio familiar, con la negociación de la cartera vencida.
Por último, resulta injusto e inadmisible que por desastrosas causas ajenas, puedan recaer obligaciones sobre el que de suyo no las tiene; concreta y específicamente cada uno de los productores o pymes agrícolas y ganaderos perjudicados por La Niña en general.
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