Para que la patria pueda volver a reír, Uds. (los políticos) tienen que empezar a llorar

El abogado Roberto Daniel Arias le responde a Osvaldo Nemirovsci, quien publicó días atrás el artículo: "Lo que hoy se toma a risa, mañana puede hacernos llorar".

Javier Milei, en un acto de campaña.

Por Roberto Daniel Arias *

El día 16 de septiembre de 2021, en página 15, fue publicada una nota de opinión por el señor Osvaldo Nevirovsci. Es nuestro propósito confrontar las ideas expuestas, algunas de ellas por considerarlas erróneas y a otras por falsas. Damos razones y argumentos.

Sin dudas que Milei –no es el único ni es original, Lao Tsé hace siglos postulaba lo mismo– es una expresión de la libertad, algo que usted y sus compañeros desprecian. Afortunadamente Milei entiende de economía, algo que ustedes no, porque si entendieran de economía no serían socialistas. Nuestro inconformismo no es pasajero, lo venimos cargando hace décadas, las mismas décadas que ustedes sostienen un sistema por el cual jamás les tocó producir, emprender o trabajar a riesgo propio.

Habla usted de déficit fiscal y gasto público, sin dudas con gigante expertise, pues fue el camino emprendido por vuestro líder originario que llevó a que la Argentina cambie 5 veces de signo monetario y haya padecido hiperinflaciones no por causa de guerras, entrando hoy (2021) en un proceso de inflación espiralada -tal vez indetenible- justamente por mantener las ideas equivocadas que usted ha defendido toda su vida.

Sigue usted su yerro al afirmar que la propuesta libertaria es una nueva doctrina.

No señor, no es una doctrina, la doctrina casi religiosa es patrimonio de ustedes. Las ideas de la libertad son las únicas que realmente han mejorado la vida de los hombres.

¿Orden jerarquizado?

Vaya si ustedes cuentan con vasta experiencia en ello, defensores de dictaduras asesinas como Stalin, Mao, Fidel Castro, Chávez y Maduro, entre otras. Pero, además, cuando las jerarquías son legítimas (padre de familia sobre sus hijos, médico sobre sus enfermeros, jueces sobre sus secretarios, generales sobre sus soldados), son no solo importantes, sino imprescindibles. En cambio, las jerarquías basadas en el terror no lo son; a esas las llamamos patologías (su compañera Cristina por ejemplo que humilla cotidianamente a su entorno).

¿Lo asusta el potencial genético?

Todo humano lo tiene, pues todo humano es competente en lenguaje (herramienta que sirve para entendernos), conocimiento (herramienta que sirve para el aprendizaje) y acción (que posibilita la elección libre y voluntaria). Pero ustedes al lenguaje lo han tergiversado tanto que al robo lo llaman “justicia social”, a la destrucción de la economía la llaman “proyecto nacional y popular”, a los privilegios lo llaman “democracia”, a las coimas “obra pública”, a las organizaciones mafiosas “sindicatos”, a la doctrina religiosa “partido” o “educación pública” que con sus programas obligatorios coartan el aprendizaje y la elección libre y voluntaria.

¿Libertarios sin mucho palmar obtenido?

¿Es el éxito entonces la certeza de un saber? Vaya afirmación señor: Hitler tuvo muchos palmares antes de llevar a Alemania al abismo y a la destrucción; Mussolini también; Mussolini el ídolo de su líder Perón.

La libertad, señor, no es ni de derecha ni de izquierda, como tampoco los derechos humanos son propiedad privada de nadie, excepto para ustedes los socialistas, que se reservan el arrogante e inaceptable privilegio de decir quién tiene derechos humanos y quién no. ¿Acaso usted ha dicho algo de los más de 110 mil muertos y los millones de afectados por la irresponsable cuarentena? ¿Acaso ha dicho algo de la situación humanitaria de Venezuela o Cuba?, modelos que usted defiende, promueve y justifica, pero en los que nunca viviría.

¿Recortar la democracia?

No señor, todo lo contrario, no hay mayor ejercicio de la democracia que ejercer la libertad que ustedes desprecian.

¿Plan económico basado en Menger, Hayek o von Mises?

¿Ha leído usted a estos lúcidos pensadores? Si tan sólo se hubiese tomado el trabajo de leer “Principios de Economía Política” (Menger), “Camino de servidumbre” (Hayek) o “Teoría del dinero y el crédito” (Von Mises), hubiese tenido la posibilidad de comprender economía, comprender -por ejemplo- que la inflación daña más a los más pobres (que usted teóricamente dice defender) y que los procesos inflacionarios en Argentina fueron iniciados desde el primer peronismo, que pudo ser posible gracias a dos golpes de Estado, ¿algo no muy democrático, no señor?

Si usted hubiese leído a los austríacos que cita, tal vez hubiese abandonado el camino del envenenamiento cultural cotidiano y la propagación de ideas erróneas que nos llevaron al abismo, que hace décadas nos hace llorar.

¿Huevo de serpiente en clave reaccionaria?

No señor, si hubo un huevo de serpiente fueron los “montoneros” fomentados por Perón desde el exilio y si hubo una clave reaccionaria fue la “Triple A”, creada también por Perón para el “aniquilamiento” de la guerrilla urbana (tal como lo dice el decreto firmado por sus compañeros Ruckauf, Luder y Cafiero cuando comenzó el terrorismo de Estado en la década del 70’, mucho antes de Videla).

¿Barbaros del siglo XXI, neofascistas?

¡Vaya afirmación! Nosotros por barbarie entendemos, el robo, la expoliación de la propiedad privada, el arresto sin causa, la tortura, la prohibición de expresarse libremente, el asesinato político, todas cosas que ustedes defienden: Venezuela es el ejemplo, Cuba también.

Por todo ello, señor, por la montaña de evidencia empírica y datos que así lo avalan (jamás ningún cubano se tiró en balsa desde Miami para llegar a la Habana, ni hubo un solo alemán que saltara para el lado del este cuando cayó el muro de Berlín), para que la patria pueda volver a reír, ustedes, la oligarquía política (políticos, asesores, gran parte de empleados públicos parásitos), tienen que empezar a perder, tienen que empezar a llorar.

* Abogado -General Roca – DNI 21.847.142


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