Petroleros en alerta porque se termina la conciliación y habrían más despidos
El dirigente Guillermo Pereyra informó que no han sido convocados para tratar los 1847 despidos que quedaron en suspenso mientras que advirtió que no permitirá nuevas desvinculaciones, como están pidiendo las empresas.
En pocos más de dos semanas se termina la conciliación obligatoria en la que entró el Sindicato de Petroleros por los casi 2000 despidos en Vaca Muerta y la situación, lejos de solucionarse, parece que se agravará. El dirigente Guillermo Pereyra informó que no fueron convocados para llegar a un acuerdo y que, por el contrario, nuevas firmas pretenden despedir o suspender personal.
Fiel a su estilo, Pereyra advirtió que no permitirá que esto suceda, por lo que convocó a todos los trabajadores a regresar el lunes de sus vacaciones. Ese día comenzará un recorrido por todos los yacimientos de la provincia junto a quienes lo acompañan en la dirección del sindicato: Ricardo Astrada, Marcelo Rucci y Daniel Andres.
El objetivo es contarles a los trabajadores que no fueron convocados para resolver el conflicto que se inició con los 600 telegramas que comenzaron a circular a finales de noviembre. Pereyra resaltó que el sindicato mostró su buena predisposición al extender -de manera voluntaria- hasta el 28 de enero la conciliación obligatoria.
Sin embargo, el plazo se vence y el sindicato solo ha tenido novedades de que hay más firmas que se quieren sumar a las suspensiones y despidos.
Actualmente, el conflicto engloba a 1847 petroleros. Pereyra detalló que se trata de 427 trabajadores de 17 equipos de perforación que están parados, los cuales se encuentran bajo suspensiones rotativas. Otros 824 se dedican a la hidrofractura y 596 al transporte de arenas junto a otros insumos.
Este escenario solo suma incertidumbre en Vaca Muerta, en un contexto en el que el gobierno nacional y provincial buscan generar un clima de estabilidad luego del embate que sufrió la industria con el Decreto 566/19 que congelaba el precio del barril.
En pocos más de dos semanas se termina la conciliación obligatoria en la que entró el Sindicato de Petroleros por los casi 2000 despidos en Vaca Muerta y la situación, lejos de solucionarse, parece que se agravará. El dirigente Guillermo Pereyra informó que no fueron convocados para llegar a un acuerdo y que, por el contrario, nuevas firmas pretenden despedir o suspender personal.
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