Plantaron 954 sauces para reforestar el predio de una excantera en Allen
Se utilizaron clones de sauces realizados en el INTA, abarcando unas 8 hectáreas.
El paisaje del predio de una excantera que funcionó en Allen cerca del río Negro ya muestra una vista diferente luego de que plantaron el año pasado 954 sauces para reforestar la zona.
Hasta 2003 allí funcionó la cantera de áridos de Vialidad Rionegrina Sociedad del Estado y la actividad produjo un fuerte impacto en el lugar. Desde el área de Medio Ambiente del Municipio de Allen junto con especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se comenzó un programa que culminó el mes pasado con casi mil varillones de sauces que fueron plantados.
El director de Medio Ambiente, Sergio Voglino, señaló que se usaron clones de sauces provistos por el INTA y que se poblaron 8 hectáreas.
Estos ejemplares tardan solo siete años en crecer a diferencia de los sauces comunes que necesitan 24 años, señaló el funcionario.
“La reforestación de la isla es un paso importante hacia la intervención en los ambientes que han sido afectados por la actividad humana, de las empresas que siempre generan un impacto”, expresó Voglino.
El funcionario señaló que en este caso el impacto “fue por una deforestación de la flora natural del área. Para nosotros significa recuperar esos ambientes intervenidos para distintos fines”.
Explicó que se busca el aprovechamiento de ese espacio para la recreación de las personas que visitan la isla, “para que puedan disfrutar y tener un lugar natural con vegetación y sombra en verano”.
También “tiene un significado biológico ya que la línea de costas es controlada también por la vegetación, una deforestación crónica lleva a perder la contención de la línea de costa produciendo inundaciones que puede afectar a los vecinos que viven cerca, llevar una vegetación a esta zona afectada lleva a controlar estos cursos de agua”, mencionó.
Durante las jornadas que se hicieron para reforestar participaron estudiantes de la Escuela Laboral N°3 y de la Escuela 342 que sembraron bolitas de arcilla que contenían semillas de flores autóctonas de la región.
“Para que el sauce tenga un crecimiento exitoso hay que llegar con un pozo al acuífero subterráneo”, dijo.
A veces el acuífero se encuentra a un metro o más de dos de profundidad. Para llegar se usó una retroexcavadora y se plantaron los varillones que tienen entre cuatro y cinco metros de largo.
“Plantar árboles en lugar de forestarlos es una acción importante en estos tiempos”, remarcó Voglino.
El paisaje del predio de una excantera que funcionó en Allen cerca del río Negro ya muestra una vista diferente luego de que plantaron el año pasado 954 sauces para reforestar la zona.
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