Femicidio en El Bolsón: Julio Gutiérrez asumió su culpa y el tribunal lo declaró responsable
Al momento de hacer uso de la palabra pidió disculpas a la familia.
Pasaron 15 días del brutal femicidio de Carolina Abigail Calfular en El Bolsón, y este viernes, el Ministerio Público Fiscal de Río Negro pidió que se declare culpable a Julio César Gutiérrez de 42 años, oriundo de Santa Fe. El atroz y cruel delito que cometió, fue caratulado como homicidio doblemente agravado por la violencia de género.
En horas de la mañana, del pasado jueves 13 de febrero, los gritos de una mujer procedentes del interior de una vivienda, ubicada en la calle Lonco Inacayal al 700, alertaron vecinos del barrio Los Álamos de El Bolsón. Rápidamente llamaron al 911 para pedir ayuda.
Minutos después, policías de la comisaría 12 llegaron al domicilio y hallaron en el interior a una joven muerta. En la casa había un varón, que fue arrestado y quedó a disposición de la justicia. Este viernes, el requerimiento se realizó en el marco de un acuerdo parcial en el que Julio Gutiérrez reconoció haber cometido el hecho y aceptó con ello la evidencia y la calificación legal.
La Fiscal jefa Betiana Cendón, representante del Ministerio Público Fiscal, avanzó en los fundamentos que argumentó esta instancia y manifestó que la misma estuvo sostenida en “la presencia de la abrumadora evidencia» que permite “acordar la materialidad y la autoría».

Femicidio de Carolina Abigail Calfular: acusación, violencia de género y cronología de los hechos
Según la acusación, el imputado habría agredido físicamente a la víctima en la vía pública, y luego la habría trasladado por la fuerza al interior del domicilio donde convivían. Una vez dentro de la vivienda, continuó con la agresión para ultimarla con un fuerte golpe en el rostro con un con un elemento muy pesado, y un mecanismo de asfixia. Ello se produjo entre las 9:30 y 9.50 horas.
De acuerdo a los detalles que brindó el Ministerio Público Fiscal, estos hechos se dieron en un contexto de violencia de género, dado que el acusado y Carolina Abigail Calfular eran pareja y vivían juntos desde el domingo 9 de febrero de 2025, «habiéndose suscitado en los días previos al suceso otros episodios de violencia».
Betiana Cendón expuso en relación a la profusa evidencia documental y el material de prueba con la que sustentó dicha acusación. También, mencionó la entrevista grabada de un vecino quien presenció la primera parte de la agresión ocurrida en la vía pública, y dio aviso al 911. Además, presentó el acta de allanamiento del lugar del hecho.
También, agregó el informe preliminar de la Delegación de Criminalística de El Bolsón, en el cual consta el resultado de la inspección a la vivienda y el levantamiento de indicios y láminas fotográficas. Asimismo, sumó el informe de la Psiquiatra Forense en relación al imputado Julio César Gutiérrez.
Audios enviados por Carolina Abigail Calfular a su hermano, diciendo que se encontraba en peligro y gritos de auxilio
En la sala se reprodujeron los audios enviados por la víctima a su hermano, en los cuales refiere que se encontraba en peligro, encerrada y sin comida, y que el imputado intentó abusar de ella los días previos al hecho. De igual modo, se escucharon los audios de los sistemas de cámaras de seguridad de viviendas lindantes al domicilio donde se produjo el brutal femicidio, en los cuales se oyeron los gritos de pedido de auxilio de la víctima al momento del hecho.
El acusado fue asistido por la defensa pública penal compuesta por Marcos Miguel y Patricia Catalán, quienes desde el primer momento trabajaron en la producción de evidencia en pos de proteger los intereses de Gutiérrez. «Efectivamente la evidencia que existe en contra de mi asistido es abrumadora (…). No tenemos caso, no tendríamos forma de justificar algún tipo de accionar de mi asistido, respecto a la evidencia contundente presentada», sostuvo la defensa pública penal.

Julio César Gutiérrez admitió su culpa frente al tribunal por el femicidio de Carolina Abigail Calfular
Ante la consulta del tribunal que estuvo presidido por Juan Martín Arroyo, quien fue acompañado por los jueces Gregor Joos y Marcos Burgos, Gutiérrez expresó «su acuerdo con la realización del procedimiento abreviado parcial», condición necesaria para la realización de este juicio. Al momento de hacer uso de la palabra, el Julio César Gutiérrez pidió disculpas a la familia.
La familia de la víctima, quien cuenta con asistencia de la Oficina de Atención a la Víctima, presenció esta instancia procesal vía zoom.
Seguidamente el tribunal lo declaró penalmente responsable del delito de homicidio doblemente agravado por violencia de género. Homologando el acuerdo entre las partes y destacando el trabajo realizado por ambas partes, «la rápida investigación de la fiscalía, pero también la presencia de la defensa en el lugar, dota al procedimiento de ningún tipo de cuestionamiento».
La audiencia de cesura, a fines de imponer el monto de pena, se llevará adelante el día 7 de marzo.
Utilizó un caño de gas para golpearla con saña, sobre todo, en su rostro que presentaba fracturas
Según había relatado la fiscal jefa Betiana Cendón en la audiencia de formulación de cargos, que se hizo el viernes 14 de febrero en Bariloche, el imputado la asesinó en la mañana del jueves. Utilizó un caño de gas para golpearla con saña, sobre todo, en su rostro que presentaba fracturas. Además, la sujetó del cuello hasta asfixiarla. La brutalidad del ataque quedó marcada en las paredes y el piso del domicilio, indicaron fuentes judiciales.
La hipótesis de la fiscalía fue que el imputado la mató entre el llamado que un vecino hizo alrededor de las 9:30 al 911 para denunciar que Gutiérrez golpeaba en la calle a la víctima, y cuando llegaron dos sargentos de la Policía de Río Negro al domicilio. Es un lapso de entre 15 y 20 minutos.
También, casi a esa misma hora, en la comisaría 12 de El Bolsón habían recibido una comunicación desde la unidad policial de la localidad Belisle, donde el hermano de Carolina se había presentado para pedir ayuda. El joven había recibido alrededor de las 9 un audio de WhatsApp de la chica que avisaba que estaba en peligro.
La experiencia y una observación aguda
Los empleados policiales arribaron en pocos minutos a la dirección indicada. Su presencia evitó que Gutiérrez huyera. Según Cendón, el sospechoso reconoció delante de los empleados policiales que debería haberse ido de inmediato del departamento tras consumar el asesinato.
Los sargentos estuvieron atentos desde el primer momento. Cuando llegaron al domicilio y golpearon las manos en busca de algún morador, Gutiérrez salió del departamento a atenderlos.
El interrogatorio dio pistas que el joven algo ocultaba. Sobre todo, se mostró nervioso. Le preguntaron a Gutiérrez ¿dónde estaba su pareja? Respondió que se había marchado porque la relación estaba terminada.
Los policías pidieron saber en qué dirección se había ido la joven caminando. Gutiérrez les indicó, pero a los sargentos les pareció raro porque ellos habían pasado por esa calle sin cruzar nadie.
Después, las manchas de sangre en la ropa de Gutiérrez y en un escalón de acceso al departamento completaron el cuadro. Todo era sospechoso. Antes de que los policías se acercaran a observar ese escalón, Gutiérrez reveló que Carolina estaba muerta.

Un delito que se sanciona con prisión perpetua
Constataron que la víctima no tenía signo vitales y avisaron a las autoridades y solicitaron la autorización judicial para allanar el domicilio. También, arrestaron a Gutiérrez. La joven que había presentado como su novia a los dueños del departamento había sido asesinada.
Cendón atribuyó a Gutiérrez el crimen de Carolina. La fiscal calificó el hecho como un homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio).
Y fundó el pedido de prisión preventiva por cuatro meses (que es el plazo otorgado por el juez para la investigación del caso) por el riesgo de fuga en el caso de que Gutiérrez recuperara la libertad y el entorpecimiento de la investigación.
En ese momento, el defensor oficial no planteó objeciones. Tampoco, el acusado que escuchó la acusación fiscal en su contra en silencio, sin expresar ningún gesto. En la sala de audiencias estaba el padre y dos hermanos de la víctima, que escucharon consternados y con profundo dolor el dramático final de Carolina, que tenía 25 años.
El juez había admitido los cargos contra el sospechoso y ordenado que siga detenido con prisión preventiva.
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