Cómo es la rutina de los policías en una comisaría de Neuquén colapsada por los detenidos

Jefes de comisarías relataron a diario RÍO NEGRO cuánto personal se dedica al cuidado de detenidos, en vez de ocuparse de la prevención e investigación del delito en los barrios.

Los jefes de las comisarías de Neuquén recibieron con alivio el fallo del juez Juan Manuel Kees, quien le prohibió al gobierno provincial que siga alojando personas con condena en las comisarías: a partir del 4 de marzo, deberá buscarles otro lugar de encierro, lo que de ningún modo significa que podrá dejarlos en libertad. Sólo seguirá metiendo allí a quienes tienen prisión preventiva.

El juez le dio plazo al gobierno hasta el 4 de septiembre para que reubique a los condenados que están en comisarías en otro lugar. No ordenó su libertad ni prohibió nuevas detenciones, como están afirmando voceros oficiales y oficiosos del gobierno. La resolución será examinada por un tribunal revisor en una audiencia el lunes 12:45.

La medida ayudará a descomprimir los calabozos, colapsados por la sobrepoblación, que generan múltiples problemas: por un lado violan los derechos humanos de las personas detenidas, y por el otro mantienen al personal policial ocupado en la tarea de cuidar presos, en vez de hacer prevención del delito.

«La gente reclama por los delitos»


Celdas de 3×1,5 en la comisaría Tercera, con la letrina dentro de la celda. (Foto: Defensa pública Neuquén)

«Escuché todo lo que dijo el juez. No lo conozco, pero le doy la razón en todo, es así tal cual», dijo a diario RÍO NEGRO un comisario que tiene el doble de presos de los que debería en su comisaría.

Añadió que «todos los jefes de comisaría estamos igual, para nosotros tener personas detenidas es una complicación, la gente nos reclama por los delitos, y nosotros tenemos al personal cuidando detenidos».

El jefe policial y otros hablaron con este diario con la condición de que no se revelen sus nombres para evitar que los sancionen. Coincidieron en que hubo un tiempo en el que las comisarías no tenían presos, ni con prisión preventiva ni menos aún condenados. «Fue la mejor época. Ahora estamos cada vez más complicados».

La rutina de trabajo


Explicaron que destinan entre cinco y seis efectivos a cuidar a las personas detenidas. «Es toda una rutina. Abrir las celdas, darles salida al patio si la comisaría tiene patio, intervenir si se pelean, recibir a los familiares, controlar lo que traen, volver a controlarlos a la salida», explicaron.

«Después está el tema de las fugas. Todo el tiempo están pensando en escaparse, así hay que estar atento las 24 horas. En algunas comisarías hay uno o dos penitenciarios trabajando, pero no alcanza. Siempre termina interviniendo personal de seguridad, se tienen que quedar a atender a los presos en vez de salir a patrullar, a prevenir el delito», añadieron.

Otro tema son las salidas: al hospital, al psicólogo. A veces el móvil para esas diligencias lo pone la Unidad de Detención, a veces la propia comisaría.

«Los vecinos vienen y se quejan por los robos en el barrio, te dicen ‘usted tiene tantos policías, tantos patrulleros’, y hay que explicarles que parte del personal y de los móviles están para cuidar a estos muchachos», dijo molesto un jefe de comisaría consultado.

(Foto: Defensa pública Neuquén)

«Nosotros queremos volver a lo de antes, cuando no había detenidos en las comisarías. Por qué no se construyó más, por qué entregaron la cárcel Senillosa, no lo sabemos», dijeron en su diálogo con este diario.

De acuerdo con la acción de hábeas corpus que inició la defensa pública, en las comisarías de la Primera Circunscripción (Neuquén capital y ciudades cercanas) hay espacio para alojar a 41 personas, y en este momento hay 147 en condiciones «inhumanas, indignas y degradantes».

Quién toma las decisiones


Decidir si una persona quedará encerrada o no corresponde al Poder Judicial. Pero decidir el lugar físico en el que cumplirá el encierro es resorte del Poder Ejecutivo.

Lo que resolvió el juez Juan Kees fue que en las comisarías no se pueden alojar nuevos condenados. No dijo que deben dejarlos en libertad. Dijo que el Ejecutivo tendrá que buscar otro lugar.

Como afirmó el juez Lucas Yancarelli, al resolver la situación de otro detenido: «Si existe una medida de coerción la misma se debe cumplir sea en Neuquén, en Chos Malal, en Río Negro, en Jujuy o en algún otro país, porque es una decisión judicial, y las decisiones judiciales deben ser cumplidas».

Uno de los problemas es que el Ejecutivo, a un año de declarar la emergencia penitenciaria, ni siquiera pudo terminar un pabellón que la administración anterior le dejó a medio construir.


Los jefes de las comisarías de Neuquén recibieron con alivio el fallo del juez Juan Manuel Kees, quien le prohibió al gobierno provincial que siga alojando personas con condena en las comisarías: a partir del 4 de marzo, deberá buscarles otro lugar de encierro, lo que de ningún modo significa que podrá dejarlos en libertad. Sólo seguirá metiendo allí a quienes tienen prisión preventiva.

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