Elecciones Dina Huapi: poca concurrencia de votantes se registraba en las primeras horas

En una jornada muy fría, la cita con las urnas de los ciudadanos de Dina Huapi para renovar las autoridades municipales comenzó a tomar ritmo a media mañana de este domingo en las tres escuelas que albergan las 16 mesas dispuestas para recibir a los 5.162 votantes habilitados.

Los cuartos oscuros los esperan con cinco listas. Una oferta que se compone por el oficialismo Gerónimo Barraquero, con la compañía de la actual intendente Mónica Balseiro, y por la oposición las propuestas que llevan como candidatos a intendente a Hugo Cobarrubia (UCR), Alejandro Corbatta (Movimiento Popular Dina Huapi, Franco Dalle Luche (Cambia Río Negro) y Leonardo Nicolás (Vamos por Todos).

Barraquero es de origen justicialista pero se presenta en alianza con Juntos Somos Río Negro, aunque ninguno de esos nombres figura en la boleta, encabezada bajo la sigla Dina Huapi Futuro.

La elección comenzó sin contratiempos ni demoras, aunque hasta pasado el mediodía le costaba tomar temperatura, en más de un sentido. El día se presentó despejado, sin las lluvias y nevadas que abundaron durante la semana, y las mesas abrieron a las 8 con escarcha por todos lados y un termómetro que marcaba 8 grados bajo cero. Pasadas las 12, con un sol a pleno, la temperatura ya había subido a 4,5°C.

La concurrencia de electores fue fluida pero las planillas tardaron en sumar nombres tachados, al punto de que hacia el mediodía ninguna de las mesas había pasado el 20% de concurrencia. Sobre 350 empadronados en cada una, la mesa uno llevaba hasta esa ora 64 sufragios computados, la mesa siete 65, la mesa diez solo 67.

Rodrigo Higuera, presidente de la mesa siete, consideró (como varios de sus pares) que por la tarde la afluencia se iba a acelerar, pero no sería descabellado esperar un récord de ausentismo. Dijo que ya había cumplido el mismo rol hace dos meses en la elección provincial y aquella vez “al mediodía la participación había sido mucho mayor”.

En contraste con esa apatía, el despliegue de los partidos en competencia llamó la atención, ya que todos garantizaron cobertura de fiscales en el 100% de las mesas, algo difícil de ver en elecciones con más listas. Todos ellos, además, eran apuntalados por activos “fiscales generales”, más una ajustada logística de termos, facturas y la tradicional distribución de viandas que comenzó a tornarse visible a la hora del almuerzo.

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En las primeras tres horas de la elección ya habían votado los cinco candidatos a intendente. Uno de ellos, Alejandro Corbatta, reconoció que la concurrencia fue baja al menos en ese lapso inicial, y que el frío en parte conspiró. Pero también el desinterés general y un cierto “enojo” de los vecinos con “la política”.

Estimó que el nivel de participación final no será muy alto. En abril pasado, para la elección provincial, alcanzó el 65,3%, casi dos tercios de los empadronados y Alberto Weretilneck (JSRN) le ganó a Aníbal Tortoriello (Cambia RN) por menos de un punto.

Entre las dificultades operativas, la única notoria fue el rechazo de las autoridades de mesa a quienes se presentaron con un DNI de los emitidos años atrás que incluyen la leyenda “no válido para votar”, pero que siempre fue admitido hasta aquí en otros comicios.

Al parecer tenían la instrucción previa de cumplir al pie de la letra con esa consigna. Pero los votantes reclamaron, hubo consultas al juez de paz, que certificó que no tenían otro DNI emitido con posterioridad, y se les permitió votar.

La tranquilidad de las primeras horas se reflejó en la rapidez para cumplir con el acto cívico, ya que no se verificaron colas de más de cuatro o cinco votantes.

Ese clima de tranquilidad solo se vio alterado de tanto en tanto con aplausos, que llamaban la atención de todos, desde que se convirtió en un rito espontáneo para saludar a los adolescentes de apenas 16 años que votan por primera vez.