Inicio de clases en Río Negro: aulas que ofrecen contención en Clemente Onelli y Pilca Viejo

Diario RÍO NEGRO compartió el primer día del ciclo lectivo 2025 en la Escuela Hogar 104, que hoy tiene 15 alumnos. También el Centro Educativo Rural que ofrece formación agropecuaria.

“Yo soy de Onelli bien curtidito de lluvia, frío, viento y nevadas, pero corazón abrigadito de mate, tortas y señaladas”, coreaban el estribillo de “Canción a mi pueblo” los niños que hoy vivieron un momento de reencuentro, el día de volver a clases en la Escuela Hogar 104 “Pichi Queche Ruca”.

El canto fue un momento de unidad. Se juntaron todos los alumnos que asistieron al primer día de clase en la galería con el maestro Carlos y el profe de música Luciano, con guitarras en mano, junto a Sebastián, el docente auxiliar que encabeza el proyecto de coro. La idea es “trabajar la identidad” de los chicos de la zona que le cantan al ferroviario, al peón de campo y también a su pueblo, en una canción escrita de puño y letra por ellos mismos.

En esta escuela hogar hay un sentido de pertenencia que se respira. Todo el equipo directivo y docente tiene trayectoria en escuelas rurales y lo toman como una “filosofía de vida”. Y también los alumnos sienten y transmiten ese sentimiento.

El primer día de clase reunió en un aula a los chicos de la primera sección donde asisten Tomás, el más pequeño de cinco años que todavía está en nivel inicial; junto a Karen, Juan, Tiziano, Baltasar, de tercero; y Zoe y Abigail de quinto. Su maestro es Carlos Toro, exintendente de Jacobacci, que se sumó al plantel de la escuela el año pasado. En otra sala están agrupados en la segunda sección Pamela, Uma, Nazareno de quinto grado; Dylan, León y Andrés de sexto; y Maimino y Yanella, de séptimo, con la maestra Vanesa Pichilef, que lleva diez años en Onelli y hoy tiene a su hija entre las alumnas.

Algunos tuvieron su primera clase con el profe nuevo de inglés, Felipe que preguntó al curso quién sabía el idioma y todos los de la segunda sección levantaron la mano sin temor. En otra aula uno de los chicos contó que en sus vacaciones pescó pero no con lombriz, “con jamón”, y una niña se refirió a la visita de su tía durante el verano. Para Uma el regreso fue con nervios porque a partir de este año su mamá será su maestra y también piensa en el desafío por venir cuando viaje a Roca en marzo con su equipo de fútbol femenino para participar en el Mundialito.

Entre los adultos se habla de “compromiso” y “vocación”. Ya hace unos días trabajaron en la planificación y hoy fue el recibimiento de los chicos, entre ellos Pamela y Maimino (de Anecón Grande) que habitan los cuartos del hogar, que hoy quedan enormes y que alguna vez albergaron hasta 40 chicos con las camas cucheta casi sin espacio entre unas y otras.

Este año en total son 15 alumnos y solo cuatro residirán en el hogar. Los hermanitos de Anecón Grande y dos hermanas más que llegarán en los próximos días para sumarse.

Tenés que tener vocación para estar en una escuela rural porque se encuentran muchas necesidades más allá de lo pedagógico”, señaló Silvia Huentenao, que es directora desde 2016 y exhibe con orgullo las actividades que han realizado los chicos con proyectos de escritura, un cuento colectivo y la narración de sus relatos que están disponibles en el canal de Youtube de la escuela.

Silvia Huentenao, es directora de la Escuela Hogar 104 de Clemente Onelli. Foto: Chino Leiva

En el equipo del colegio está también Mariluz Reyes, que fue alumna y residente de la escuela hogar cuando en los años ‘90 llegó con su mamá a Onelli y hoy es personal de apoyo. “Antes eran bravos los inviernos, nevaba mucho, algunos llegaban a caballo y te quedabas de septiembre a mayo, no es como ahora que cada 15 días van a sus casas”, señaló esta mujer que no solo fue a la primaria en su querida escuela, sino que también desde allí estudió el secundario que terminó de grande con la modalidad Cedja (centros de educación de adultos) y llevó a sus hijos a las mismas aulas.

Cada uno tiene su historia en o con la escuela y un denominador común: que todos eligieron la escuela rural para desarrollarse y abrazar.

Mariluz Reyes, fue alumna de la Escuela Hogar 104 y hoy trabaja como personal de apoyo. Foto: Chino Leiva

Un centro agropecuario para alentar el desarrollo del campo


El Centro Educativo Rural Pilca Viejo inició el lunes su cuarto año de trayectoria con un grupo de 18 estudiantes, de los cuáles 11 son residentes, que inician el primer año del secundario en este establecimiento orientado a la formación agropecuaria.

Esta semana para los chicos y chicas que llegaron de distintos parajes, hasta del distante poblado de Mencué, ubicado a 200 kilómetros, es de adaptación. Comenzaron a interiorizarse en la escuela pero ya cumplen con las tareas diarias de dar de comer y beber a los animales (hay chanchos, gallinas y conejos), también conocen la huerta y el sector de las abejas. La jornada es extensa, de 8:30 a 17.

Este establecimiento pertenece a la Fundación Cruzada Patagónica e integra las escuelas públicas de gestión social de la provincia, en total son 78 alumnos y 40 residen de lunes a viernes en el colegio ubicado a la vera de la Ruta 23, cerca de Pilcaniyeu.

El CER de Pilca Viejo todavía no tiene ningún egresado porque inició la actividad en 2022 y en este ciclo lectivo comienzan con cuarto año, quienes deberán elegir su trayectoria formativa optando entre el cooperativismo o el agroturismo.

El Centro Educativo Rural Pilca Viejo abrió en 2022 y hoy tiene 78 alumnos que cursan una secundaria con formación agropecuaria. Foto: Chino Leiva

“Para nosotros es importante el vínculo con la familia, que lleven a sus casas lo que aprendieron en la parte productiva porque el objetivo es hacer un desarrollo productivo en los parajes donde viven, que vuelvan con un oficio, fomentamos el arraigo en los campos”, relató Federico Mutti, director del CER Pilca Viejo y líder de un equipo de 31 trabajadores que integran el staff.


“Yo soy de Onelli bien curtidito de lluvia, frío, viento y nevadas, pero corazón abrigadito de mate, tortas y señaladas”, coreaban el estribillo de “Canción a mi pueblo” los niños que hoy vivieron un momento de reencuentro, el día de volver a clases en la Escuela Hogar 104 “Pichi Queche Ruca”.

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