Las cinco principales razones por las cuales es resistido Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema
Es el postulante más resistido y polémico de los dos nominados a la Corte. Es respaldado por los magistrados federales, pero muy resistido por organizaciones civiles y colegios de abogados por su rol en causas de corrupción.

El juez federal Ariel Lijo es el magistrado más resistido de la dupla la dupla presentada por el Gobierno Nacional para cubrir dos vacantes en la Corte Suprema. En abril, el gobierno de Javier Milei (La Libertad Avanza) había anunciado su postulación y la del abogado Manuel García-Mansilla y el 27 de mayo envió ambos pliegos al Senado, para que en esa cámara se debatan las postulaciones.
“Con la finalidad de ocupar la vacante dejada en la Corte por la Dra. Elena Highton de Nolasco tras su salida el 1 de noviembre del año 2021, el Presidente de la Nación ha resuelto nominar al juez Ariel Lijo”, dice el comunicado oficial de Presidencia publicado en X. “El Dr. Lijo actualmente ejerce como Juez Federal de la Nación y se ha destacado en su prominente carrera judicial en el ámbito penal”, continúa el documento oficial.
Su postulación sumó 3.578 adhesiones y 328 impugnaciones, según un informe del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona.
El presidente realizó hace unos meses una férrea defensa de su postulación. «Por algo lo presenté», sostuvo el Presidente en una entrevista. «Sería el primer caso de un juez que conoce el funcionamiento y toda la dinámica interna del sistema judicial. En eso, nadie está en condiciones de competir con él; es el único que puede viabilizar la reforma que necesitamos hacer en el sistema judicial«, continuó el mandatario.
El análisis de Chequeado.com
El portal Chequeado.com, difundió las principales facetas de la carrera de Ariel Lijo.
Ariel Lijo nació el 19 de octubre de 1968 y se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Según el Registro Público de Graduados Universitarios, terminó la carrera de Especialista en Administración de Justicia en el año 2001.
Ejerció la docencia en la UBA, fue profesor de Derecho Penal II en la Tecnicatura Superior en Criminalística de Campo y Scopometría, del Instituto Superior de Seguridad Pública de la Policía Metropolitana y también fue docente en la Universidad Nacional de Lanús.
Como se explica en este perfil de Justiciapedia, un mapa de relaciones entre actores del sistema judicial realizado por Chequeado con la colaboración de ACIJ, Lijo ingresó a los tribunales como meritorio y al poco tiempo se incorporó al equipo de trabajo de María “Piru” Riva Aramayo, quien en ese entonces estaba al frente de la Fiscalía ante la Cámara del Crimen. Cuando en 1993 Riva Aramayo pasó a la Cámara Federal, Lijo continuó trabajando bajo su órbita y llegó hasta el cargo de secretario de Cámara.
En esos años conoció a Gabriel Cavallo, quien fue fiscal federal, juez federal y luego camarista, y tiempo después se casó con su hermana, Silvia Cavallo, hoy fiscal federal de Quilmes.
En 2004, cuando aún se desempeñaba como secretario de la Sala I de la Cámara Federal, se inscribió en el Concurso 59, destinado a cubrir 4 vacantes en los juzgados federales de Comodoro Py. Quedó en quinto lugar en la terna del Consejo de la Magistratura, pero por las bajas de Eduardo Freiler y Luis Salas, el nombre de Lijo fue uno de los 4 enviados por el Poder Ejecutivo al Senado, que en octubre aprobó su pliego. Asumió como titular del Juzgado Federal Nº 4, el que había dejado vacante Cavallo, su entonces cuñado. Dos décadas después, continúa al frente de este tribunal.
Alfredo Lijo, su hermano, es abogado y trabajó en la Auditoría General de la Nación (AGN) junto a Javier Fernández, señalado habitualmente por los medios por su influencia en Comodoro Py.
Tras divorciarse, el ahora candidato a la Corte se casó en 2010 con Magalí Mazzuca, ex prosecretaria de su juzgado, que luego fue prosecretaria de la Secretaría de Juicios Ambientales de la Corte Suprema.
En su declaración jurada de 2021, Ariel Lijo declaró un lote en la localidad de Hudson, partido de Berazategui, Provincia de Buenos Aires, y varias mejoras a ese lote. La suma del lote y las mejoras están valuadas en $ 6 millones. Al menos hasta la presentación de esa declaración jurada compartía la titularidad de este inmueble con su segunda esposa, Mazzuca, actual secretaria letrada de la Corte Suprema.
Distintas publicaciones (ver acá y acá) señalan que actualmente su pareja es Genoveva Ferrero, consejera de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires y ex funcionaria de Seguridad en la gestión porteña de Horacio Rodríguez Larreta (Cambiemos).
El juez tuvo denuncias por mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura, que luego fueron desestimadas. En 2018, Elisa Carrió lo denunció penalmente por asociación ilícita, lavado de dinero, coimas y tráfico de influencias. También incluyó en esa denuncia a su hermano Alfredo, al ex camarista Eduardo Freiler, el ministro de Planificación Federal Julio de Vido y a su ex secretario privado, José María Olazagasti.
En esa causa, los hermanos Lijo fueron patrocinados en los tribunales por Mariano Cúneo Libarona, actual ministro de Justicia de la Nación, según consta en el Observatorio del Centro de Información Judicial (CIJ). Fueron sobreseídos por el juez federal Julián Ercolini.
Con respecto a las adhesiones, Arsen Ostrovsky, abogado especialista en Derechos Humanos internacional y CEO de The International Legal Forum (ILF), envió una carta al ministro Mariano Cúneo Libarona resaltando el “compromiso y seriedad, a los que se suman sus cualidades personales y morales” de Lijo. También hubo adhesiones de organizaciones como la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA).
Además, presentaron avales ante el ministerio de Justicia la Asociación Mundial de Juristas, jueces de la Cámara de Casación Penal, de la Cámara Federal Penal de la Capital, de la Cámara Penal Económico, la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) encabezada por el gremialista Julio Piumato, y la Cámara Nacional Electoral, que resaltó “su más absoluto apego a los valores republicanos, a los que se suman sus cualidades personales”.
La Coalición Cívica presentó una impugnación al pliego de Lijo: “A lo largo de muchos años, Lijo fue denunciado por Elisa Carrió y la Coalición Cívica ante el Consejo de la Magistratura y la Justicia penal por encubrimiento en el caso Siemens, también por su injustificada situación patrimonial, por sus vínculos y el tráfico de influencias, así como también por su vergonzosa actuación en la causa por el vaciamiento de YPF”, explicaron en el comunicado.
También se manifestó en contra de la nominación el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, con un comunicado en el que indican que “el Dr. Lijo, juez a cargo del Juzgado Criminal y Correccional Federal nro. 4 de Comodoro Py 2002, ha sido reiteradamente cuestionado por mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura de la Nación por su actuación irregular o morosa en causas de corrupción contra la Administración Pública Nacional”.
El Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) publicó un comunicado titulado ‘Condiciones necesarias para integrar la Corte Suprema de Justicia’. Aunque no lo mencionan directamente, piden que el puesto sea ocupado por una jurista mujer, y que “el Supremo Tribunal debe estar integrado por personas de incuestionable honestidad, idoneidad, trayectoria, imparcialidad y, asimismo, que gocen de un amplio reconocimiento y valoración ante la opinión pública”.
En la misma línea, AmCham, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina, destacó en sus redes sociales su “preocupación respecto al nombramiento de los nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
De acuerdo con un informe realizado por ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia), especialistas en temas judiciales, Lijo está entre los jueces más denunciados ante el Consejo de la Magistratura, con un promedio de 1,6 denuncias disciplinarias por año desde que ejerce como juez (32 denuncias totales), y de las 89 causas de corrupción que estuvieron a su cargo, sólo elevó a juicio 14, siendo el cuarto juez que menos casos elevó.
Las cinco razones de la ACIJ para rechazar a Lijo
Paneas unos días antes del dereto de Milei, ACIJ difundió un documento con “cinco razones por las que el Senado no debe llevar a Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
- En primer lugar, la organización sostuvo que “pese a sus 30 años de ejercicio, no cuenta con una trayectoria académica y profesional ni con un reconocimiento en la comunidad del derecho a la altura del cargo que se pretende cubrir”, por lo cual “no es un jurista de renombre en Argentina”.
2. ACIJ señaló además que el candidato de Milei al máximo tribunal “no inspira confianza en la ciudadanía, lo que es esencial para la credibilidad y legitimidad del sistema de justicia. Ello, porque pesan sobre él múltiples denuncias por mal desempeño y presuntos delitos en el ejercicio de sus funciones”.
“Desde 2004 hasta la actualidad, fue denunciado 34 veces ante el Consejo de la Magistratura, siendo el tercer juez de Comodoro Py que más denuncias recibió.
3.- Si bien no fue sancionado, las acusaciones realizadas no concluyeron mediante procedimientos públicos y transparentes que permitieran concluir que estaban infundadas. De hecho, varios de los expedientes se cerraron sin siquiera haber ordenado medidas de prueba. También fue denunciado penalmente por asociación ilícita, lavado de activos y soborno”, precisó la entidad.
4.- En cuarto lugar, indicó que “existen sospechas sobre sus vínculos con el poder, a partir de la extensa duración de la investigación de casos de corrupción que involucran a funcionarios públicos y empresarios y la falta de sanciones penales en el marco de esos expedientes”.
4.- Por último, ACIJ afirmó que “su desempeño en la audiencia pública ante el Senado fue inadecuado” y que “omitió responder preguntas sobre temas jurídicos de gran relevancia”.
Por eso, consideró que el Senado “no debería avanzar en su designación sin conocer su visión sobre ellos”. En ese marco, agregó que “varias de sus afirmaciones en la audiencia pública por su candidatura eran dudosas, contradictorias e incluso falsas”.
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