El cantante de Wachiturros cayó de un escenario en Bolivia y está en terapia intensiva
Gonzálo Muñoz debió ser intervenido quirúrgicamente y su estado es reservado. Familiares y amigos iniciaron una campaña para solventar gastos, además de cadenas de oración por su salud.
El cantante de la banda de cumbia «Los Wachiturros» se encuentra peleando por su vida en Bolivia, luego de sufrir un accidente en pleno show que lo dejó en terapia intensiva y con pronóstico reservado.
Según revelaron sus compañeros, Gonzalo Muñoz se encontraba en plena presentación en un boliche de Cochabamba, cuando cayó del escenario y el espectáculo debió ser interrumpido. Por las características de las lesiones, el joven fue sometido a una operación de urgencia en ese país.
«Estábamos bailando y cayó de espaldas a una parte de la pista. La cirugía salió bien, pero hay que esperar. El golpe puede causarle problemas en la parte izquierda del cerebro» contó su compañero Emmanuel Guidone, conocido como DJ Memo.
El muchacho pudo intercambiar algunas palabras con sus pares, pero volvió al estado de sedación para descansar. Mientras tanto, personal médico evalúa trasladarlo a Argentina en los próximos días para seguir con su recuperación.
En este marco, los allegados y fanáticos de la banda pidieron “hacer una cadena de oración para Gonzalito, que está en estado de gravedad”.
Ayuda para solventar los gastos
Memo apeló a los fanáticos del grupo, para poder enfrentar los gastos de la operación, que superó los 15 mil dólares, más la atención diaria de Gonzalo.
«Nosotros ya aportamos algo con lo que recaudamos de la gira y un dinero que aportó el dueño del boliche donde pasó el accidente. Vamos a seguir tocando para poder juntar más plata, pero necesitamos la ayuda de la gente» explicó el músico sobre la situación.
Por eso, abrieron una cuenta bancaria para juntar fondos necesarios, que difundieron a través del Instagram del grupo (@loswachiturros.ofc). “Le pido a la gente que nos ayude. Estamos lejos de nuestro país. En Bolivia, si no tenes plata, te morís. La peleamos hasta que nuestro amigo pudo ser atendido en una clínica privada” concluyó Guidone.
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