Se tensan las diferencias políticas en Fernández Oro

Una gran tensión se vivió ayer en la puerta del Concejo Deliberante de Fernández Oro, tras la ultima sesión en la que se voto en contra de un pedido de endeudamiento del intendente Mariano Lavin. Algunos empleados municipales apostaron frente a las puertas del legislativo municipal los camiones de Servicios Públicos y denunciaron que “tienen mas de 20 años, no cuentan con la verificación técnica y con frecuencia se rompen”, según explicaron. El conflicto se acentuó en las últimas horas ya que los concejales opositores aseguran que se trató de un “apriete” del sector afín al intendente. Los municipales reclamaban que se apruebe el endeudamiento para la compra de maquinaria.

Lavin apoyó el reclamo de los trabajadores y dijo que “tras la tormenta hay sectores que están en muy mal estado, y alquilar maquinaria le cuesta mucho dinero al municipio”. “El Deliberante está teniendo una actitud destituyente y no deja gobernar”, alegó y reclamó “que devuelvan la banca que nos robaron”, en referencia al concejal Claudio Correa, quién ingresó al legislativo junto al oficialismo y más tarde armó un bloque unipersonal en representación del ARI.

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Hoy Correa justificó su rechazo al proyecto porque no quieren “dejar endeudado al municipio, y menos al próximo intendente, ya que con la iniciativa la deuda se pagaría en cuatro años”, explicó y añadió que “con 880 mil pesos no se compra nada. Ellos quieren adquirir maquinaria y mandaron a sus punteros políticos a hostigarnos”, aclaró. “Lavin perdió la mayoría en el Concejo y se siente en minoría, y me pide que yo renuncie para que puedan ocupar mi banca”, destacó.

Tras la intervención de las fuerzas policiales, el concejal de Juntos Somos Río Negro, Raúl Croceri presentó una denuncia penal, acompañada de un certificado médico por lesiones que habría sufrido a manos del concejal suplente y vinculado a Lavin, Excelso Lefiñanco. El conflicto entre ellos dos se agravó cuando Croceri le sacó el celular de las manos a Lefiñanco, quién los “estaba hostigando”, según la versión de Correa.