Fotógrafa solicitó ayuda económica a través de las redes sociales y logró comprar una máquina nueva

Una fotógrafa aficionada a las actividades campestres y el folclore, pudo cumplir su sueño luego de animarse a solicitar la colaboración de la gente apelando para ello a publicaciones en las redes sociales.

Yamila Sandoval, tiene una gran pasión por la fotografía y fue ese sentimiento que la incentivó a solicitar la colaboración de la gente para la adquisición de una nueva máquina fotográfica profesional y así poder seguir llevando adelante sus actividades en las jineteadas gauchas.

La joven es oriunda de Carmen de Patagones y con 26 años de edad se encuentra viviendo actualmente en la Viedma, donde estudia y también reparte su tiempo entre los libros y fotografía.

Las jineteadas, los caballos y el folclore son una parte importante en vida. «Mamá es de la Línea Sur. Creció en el campo con sus hermanos jinetes y tenían la particularidad de amansar sus propios caballos de una manera fantástica. Mi papá es soguero, trabaja las artesanías en cuero. Creo que de ahí se origina mi pasión por las jineteadas y por defender nuestras tradiciones», afirma.

Su pasión por las jineteadas tiene una gran influencia en hobby de fotografía y despierta su necesidad de crear videos y retratar la actividad involucrándose con muchas personas de distintos lugares..

“Tenía una cámara puente marca Canon y, aunque funcionaba con desperfectos, igual creaba mi portfolio. Además me comenzaron a contactar de muchos lugares y por ese motivo se me ocurrió hacer una página que se le diera importancia a los jinetes y reservados de la zona, ya que siempre se publican los más renombrados» agrega.

Con abundante contenido, su página llamada «Jineteando Viedma» creció con éxito y ya tiene más de 26.000 seguidores.

Teniendo a su favor gente que valora su trabajo fotográfico sin fines de lucro, a Sandoval le pareció correcto y una buena idea tomar la iniciativa de solicitar dinero en las redes sociales para cambiar su vieja cámara.

«Me daba miedo pero lo intenté, me ayudaron muchos conocidos, amigos y gente del ambiente. Superarme era primordial, pero asumí que necesitaba ayuda de otros por el alto costo de las cámaras fotográficas. La colaboración de $50 pesos, con mi alias y mi número de CBU fueron los pasos para recaudar lo solicitado» detalló.

La joven manifiesta estar feliz por la respuesta a su “llamado a la solidaridad”, aunque no logro juntar la totalidad del dinero, y resalta la importancia de la predisposición de la gente y de “su actitud voluntaria de compartir la actividad de las jineteadas gauchas que es tan característica y tradicional de la Argentina”.