Gastroenteritis en Cipolletti: Alertan por la cantidad de consultas y advierten que es contagiosa

El hospital de Cipolletti registró un aumento en las consultas por gastroenteritis en lo que va del verano, una enfermedad típica de la temporada debido a la ingesta de agua de lagos y ríos. Aunque los casos registrados no son graves, advirtieron sobre su alta contagiosidad y destacaron la importancia de la prevención.

“Es una patología muy frecuente en esta época del año, similar a lo que ocurre con las enfermedades respiratorias en invierno”, señaló la directora de la institución, Mabel Raviola. Explicó que las causas más comunes son infecciones por rotavirus, contacto en lugares concurridos como natatorios, ríos y lagos y, también, el consumo de alimentos cuya cadena de frío no se mantuvo adecuadamente.

Con las altas temperaturas, la población acude a los cuerpos de agua para refrescarse. Si bien la gastroenteritis surge por la ingesta de agua contaminada y estos espacios no están aptos para el consumo, la mayoría de las veces el líquido ingresa por la nariz o al tragar en alguna zambullida.

La jefa de Guardia del hospital, Carolina Contreras, destacó un «aumento notable en la consulta de pacientes con vómitos y diarrea». Dijo que «muchos de ellos coinciden que estuvieron en ríos y canales, algunos habilitados para bañarse y otros no».

A esto, la directora agregó que el servicio de pediatría del hospital registró consultas de casos, especialmente los fines de semana, cuando llegan entre tres y seis pacientes diarios.

A pesar de esto, la médica aclaró: “No es alarmante. Coincide con lo que esperábamos para la temporada, al igual que el año pasado”.

Advirtió que la gastroenteritis es «altamente contagiosa», especialmente a través del contacto directo entre personas o mediante superficies contaminadas. Es este el motivo por el que la mayoría de las consultas son de infancias, que durante el verano son las que suelen concurrir más a lugares con aglomeración de personas.

Según la profesional, factores como la falta de higiene de manos y el consumo de agua o alimentos en mal estado aumentan los riesgos de propagación. “La gente tiene la costumbre de bañarse en canales de riego o en lugares no aptos. Esto, sumado al calor que favorece la proliferación de bacterias y virus, genera las condiciones ideales para que la enfermedad se propague”, detalló.

También explicó que el verano trae consigo apagones y cortes de luz que pueden cortar la cadena de frío de algunos alimentos que posteriormente son consumidos, causando gastroenteritis. Así sucedió ayer en Neuquén, cuando por más de siete horas el servicio de energía eléctrica estuvo interrumpido.

Por esto, entre las recomendaciones que dio, hizo hincapié en mantener la cadena de frío de los alimentos perecederos. Así como lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer o manipular alimentos, evitar consumir agua que no sea potable y extremar los cuidados en lugares concurridos, como natatorios y piletas.

Contreras agregó: «hay que tener buena hidratación de agua potable para evitar deshidratarse y evitar ingerir agua de canales y ríos».