Instalaron una red de estaciones meteorológicas en sectores estratégicos del cerro Aconcagua

Las cinco estaciones permitirán un monitoreo del clima en tiempo real. El proyecto fue financiado por empresas y universidades de Estados Unidos y Reino Unido.

Un equipo internacional, conformado por investigadores del Conicet en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), la Universidad de Nevada en Reno (Estados Unidos) y el King’s College de Londres (Reino Unido), instaló cinco estaciones meteorológicas automáticas en el Parque Provincial Aconcagua. 

La iniciativa tiene como objetivo contribuir al conocimiento de la atmósfera y el clima de la región mediante la instrumentación de ese sitio emblemático. 

Las estaciones fueron donadas por las empresas fabricantes (Campbell Scientific, OTT Hydromet, RM Young, Mount Washington Observatory y Lightning Master), mientras que la expedición fue financiada principalmente por la Universidad de Nevada y contó con aportes del Gobierno de Mendoza para facilitar la logística de instalación. 

«Estas estaciones permitirán un monitoreo del clima en tiempo real, que favorecerá la planificación de los productores de la región y aportará información acerca de recursos hídricos para la producción agrícola local, así como datos para una mejor gestión del parque Aconcagua, al hacer más seguras las expediciones», indicaron desde el Conicet.

Tom Matthews, Pierre Pitte, Martín Guajardo, Mariano Castro, Baker Perry e Ivanna Pecker Marcosig montando la estructura de la estación Nido de Cóndores. Foto: gentileza Pablo Betancourt.

Las estaciones meteorológicas fueron colocadas en sitios estratégicos: el campo base Plaza de Mulas (4.300 metros), en Plaza Argentina (4.200 metros), en el glaciar Horcones Superior (4.350 metros), en el campo de altura Nido de Cóndores (5.580 metros) y en inmediaciones de la cumbre (6.960 metros).

Fidel Roig, investigador del Conicet y director del Ianigla, recordó que «la región andina en Argentina es proveedora de los recursos hídricos necesarios para el desarrollo económico, energético y turístico en el sector oeste del país». “Es muy valioso este proyecto ya que la información climatológica instrumental es escasa, lo que dificulta comprender, modelizar y hasta pronosticar cómo se comportará la oferta hídrica«, especificó. 

Oscurece en el Cerro Cuerno, una mole de roca que emerge en las nacientes del glaciar Horcones Superior. Foto: gentileza Pablo Betancourt.

La expedición fue liderada por Pierre Pitte, investigador del Conicet, Baker Perry, de la University of Nevada Reno y Tom Matthews, del King’s College. Éstos últimos tienen una vasta experiencia en el ámbito del diseño e instalación de estaciones meteorológicas en alta montaña y fueron responsables de expediciones similares en el Monte Everest (Himalaya), Tupungato (Andes Centrales) y Andes Tropicales

El equipo instaló también, por un plazo de dos años, una estación de balance de energía en el glaciar Horcones Superior. “Los flujos de energía permiten conocer los procesos por los cuales los glaciares ganan y pierden masa. Por ello el balance de energía es una de las claves para comprender el comportamiento actual de los glaciares y modelar posibles escenarios futuros”, agregó Pitte.

Juan Pablo Scarpa tomando notas de último momento antes de bajar de la estación de flujo Horcones. Fotos: gentileza

Por su parte, Perry advirtió que “las estaciones meteorológicas instaladas proporcionarán datos críticos para entender el ciclo hidrológico en esa torre de agua tan importante que sostiene al Río Mendoza. Los datos de las estaciones también mejorarán los pronósticos del tiempo y la seguridad de las expediciones en el cerro”.

Matthews también manifestó que “el clima, que controla la velocidad del derretimiento de los glaciares y los peligros para los montañistas, cambia muy abruptamente con la altitud. El Aconcagua proporciona una torre de observación natural para medir estos cambios a lo largo de casi 3 mil metros verticales, desde el campamento base hasta la cumbre. Por lo tanto, ahora estamos monitoreando el clima en todo el rango vertical de los glaciares de la región y hasta los límites que alcanzarán los montañistas, allanando el camino a una mejor comprensión de las tasas de derretimiento de los glaciares y a mejores pronósticos para mantener a los montañistas a salvo”.

El grupo completo en el mirador de Plaza Francia, con la pared sur del Cerro Aconcagua de fondo. Foto: gentileza Pablo Betancourt

Los equipos instalados proporcionarán datos horarios de las principales variables: temperatura, humedad, presión atmosférica, viento, precipitaciones y radiación. Los datos pueden usarse para fortalecer los pronósticos meteorológicos utilizados para las actividades que se realizan en el Parque Provincial Aconcagua, como expediciones a la cumbre, vuelos de helicóptero y operativos de rescate.

Maximiliano Viale, Mariana Correas y Martín Salas montando la estructura de paneles solares para la estación de flujo Horcones. Foto: gentileza Pablo Betancourt.

Un equipo internacional, conformado por investigadores del Conicet en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), la Universidad de Nevada en Reno (Estados Unidos) y el King’s College de Londres (Reino Unido), instaló cinco estaciones meteorológicas automáticas en el Parque Provincial Aconcagua. 

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