Misión «Nanito»: son de Junín de los Andes y eligieron vivir para ayudar

Este matrimonio se puso como meta asistir a las comunidades mapuches del sur neuquino, contra nieve y distancia. En cada salida, el alivio de los pobladores es la mejor recompensa.  

Ella docente de nivel inicial, él policía retirado de la Brigada Rural, se conocieron en un encuentro de misioneros católicos y no volvieron a separarse: este 2025 cumplen 31 años de casados, pero hace ocho que juntan donaciones para familias de parajes lejanos, desde Junín de los Andes.

“Lauritha” y “Pona” son los apodos de estos vecinos de barrio Lanín, zona norte de Junín de los Andes, entre la Ruta 40 y el río Chimehuín, donde la tranquera de su casa en calle Santa Cruz, se volvió punto de referencia. Ayudados por la FM Cordillerana y redes sociales, los vecinos ya los conocen y les dejan allí bolsones con ropa, calzado, juguetes, víveres y la lista podría seguir. Sin intereses privados ni banderas políticas, también reciben aportes de San Martín de los Andes y hasta de Neuquén capital. 

Solidaridad en Junín de los Andes | Los inicios


Todo comenzó en 2016, cuando “Pona” (Juan Segundo Fuentes), llegó con el corazón apretado a la casa que comparte con Laura Espinós: una salida al campo con algunos parientes le había hecho dimensionar las necesidades que allí tenían las familias y no pudo mirar para otro lado. Él venía del duelo tras el resonante crimen de su amigo y colega, José Aigo, ella de rehabilitarse por una parálisis facial, pero aún así eligieron “abrir caminos de solidaridad”, según dice el lema que aún repiten. 

Los preparativos en la vivienda de calle Santa Cruz.
Las sonrisas que reciben en las comunidades.

Así fueron misioneros de nuevo, sin hablar de Biblia o de fe, pero aplicando los valores que habían aprendido. “Además de ser una historia de amor al prójimo es también una historia de amor, porque todo lo que nosotros podemos hacer tiene que ver con el amor que nosotros nos tenemos”, confió esta “seño” a punto de jubilarse de su amado Jardín 30 «Ruca Pichiché» (‘Casa de gente pequeña’, en mapudungun). Ese sentimiento los hizo fuertes para llegar hasta Aucapan Abajo, Costa de Catan Lil (a 75 kilómetros de Junín), a los pobladores de Huilqui Menuco sector Futa Cura, Atreuco, Aucapan Arriba, el paraje La Picaza (cerca de Zapala) y tantos más. 

Con su propio vehículo, cargado con decenas de cajas de empaque y hasta muebles, aprovechan al máximo los meses de verano, porque con nieve todo se vuelve intransitable. Un registro les sirve para planificar visitas y saber lo que falta, intentando que no pasen más de ocho meses sin una nueva asistencia. Y con la misma dedicación han juntado ropa de cama y pañales para el hospital, e impulsado otros proyectos, como campañas de mantas, juguetes y golosinas para el día del niño, guardapolvos y útiles para el comienzo de clases. 

Solidaridad en Junín de los Andes | En memoria de Nano


«Nanito» Calfunao fue diácono mapuche.
La ordenación de «Nano», a cargo de Don Jaime de Nevares.

Por años no tuvieron nombre como misión, hasta que la partida de un tío de Laura, durante la pandemia, les dio la oportunidad de homenajearlo: Adrián “Nano” Calfunao era este señor, poblador originario, con discapacidad visual, que siempre ayudó a su gente, visitando a enfermos, cortando leña para los más ancianos, visitando a personas detenidas, siempre con la guitarra y la armónica. La ordenación de Jaime de Nevares lo convirtió en diácono en 1991 y ejerció en “Las Coloradas”, hasta hace cuatro años, cuando su memoria se volvió bandera para los suyos. 

En este desafío contagiaron a sobrinos como Alan, Pedro y Moni, además de hermanos, como Patricia y Alejandro, quienes sostuvieron la actividad junto a “Pona” ahora que Laura está terminando el tratamiento por un cáncer de mama, detectado en febrero del 2024. Ella lo cuenta y se emociona, pero sabe que seguirán en esta locura de “vivir ayudando”, convencida de que “les queda mucho, de que hay mucha esperanza y de que Dios nunca nos abandona”.  


Ella docente de nivel inicial, él policía retirado de la Brigada Rural, se conocieron en un encuentro de misioneros católicos y no volvieron a separarse: este 2025 cumplen 31 años de casados, pero hace ocho que juntan donaciones para familias de parajes lejanos, desde Junín de los Andes.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios