Natty: de albañil a la música en Neuquén, la artista que se anima a soñar
A los 20 años llegó desde Formosa para trabajar en las cosechas del Valle. Trabajó además como vendedora ambulante y asistente de casas particulares para vivir y cumplir su sueño: ser cantante. Su versión cumbia del Trabum Mapu hoy es viral.
Natty Noemy es formoseña. Ama la música y vive por ella. Desde los 6 años de edad la viene peleando para lograr su sueño: cantar y no dejar de cantar. Para lograrlo, al terminar el secundario se mudó a Neuquén para trabajar en la cosecha en las chacras del Alto Valle, en busca de un futuro. Fue además, vendedora ambulante, trabajadora en casas familiares y es ayudante de albañil, entre otras cosas.
Hay una historia detrás de todo eso que habla de superación. Es la primera artista que se animó a realizar una versión en modo cumbia del “Trabum Mapu”, el himno de la provincia de Neuquén.
Natty viene transitando sus treinta años o más. Asegura que ya perdió la cuenta de sus cumpleaños y que no es necesario saberlo con certeza. Sí recuerda sus inicios en esa pasión que hoy la mueve a tomar cuánta posibilidad se le presente para hacer música. Hija de productores de los campos de Formosa, en “la Isla de Oro” (como llamaban a su casa familiar), a orillas del río Paraná fue donde aprendió la cultura del trabajo y del esfuerzo. Es la más pequeña de nueve hermanos. “Mi madre siempre nos educó para que sepamos valernos por nosotros mismos”, aseguró Natty con apenas un hilo de voz porque transita una laringitis que le impide mostrar su voz más clara. Pero ahí está.
Tenía seis años y cantaba en el coro de la iglesia de su ciudad. “Cuando volvía a mi casa escuchaba y cantaba todo tipo de géneros, cumbia, folclore, rock. Y sobre todo a Shakira. Pero quedaba todo ahí”, contó. Pero había algo en su interior que necesitaba sacarlo, palpitaba su deseo de algo que la complemente y eso tenía que ver con la música.
Cuando finalizó el secundario se fue a Misiones a estudiar Medicina, “sabiendo que esa no era mi pasión”. Lo intentó durante un tiempo, pero no era por ahí. Y fue cuando dos de sus hermanos se vinieron al Valle a trabajar en la cosecha como trabajadores golondrinas. Ella los siguió, dejando al cuidado de su madre a sus dos pequeños hijos. “Fue muy difícil. A los dos años pedí que me los trajeran porque ya no podía más estar sin ellos”, recordó.
Había que aumentar los ingresos y ahí estaba ella recorriendo las calles vendiendo sandwiches, tortas fritas y realizando trabajos de pintura. Pero a la par, en sus ratos libres grababa videos para las redes sociales para mostrar su canto.

Era un hobby. Pero en 2019, un productor local la “detectó” y le ofreció ir a Buenos Aires a grabar de una manera un poquito más profesional. Se animó y de allí salieron varias canciones que se subieron a las plataformas. La carrera había empezado. Ella aún no sabía el horizonte que le esperaba. Pero aún así se animó ese año a componer en letra y música su primer tema, “Acéptalo”, dedicada a los ex que no sueltan, que no aceptan las rupturas amorosas. Para ella fue liberación pero también verse a sí misma plantada en el camino de su sueño. “Fue todo un desafío pero me ayudó porque yo quiero vivir de la música”, dijo.
Y allí llegó a pensar en el “Trabum Mapu. La ciudad de Neuquén cumplía 119 años y pensé por qué no hacerlo. Busqué si había versiones distintas y no. Y con todo el respeto armé esta versión en cumbia para agradecer a Neuquén que tantas oportunidades me dio. Fui cuidadosa de la versión original, pero quería ofrecer algo más”, contó. Y lo logró.
Hoy su versión es viral pero eso solo no alcanza. Natty se presentó tres años para ser parte de los artistas que formaron parte de los escenarios locales de la Fiesta del Confluencia. Nunca la llamaron pero ella no se desanima, porque sabe que si pudo antes, ahora también podrá. Llamada para la municipalidad para el 2026.
El lugar donde hoy Natty hace su música
Hoy Natty vive en una pequeña casa debajo del puente del río Neuquén. Está con sus hijos y materna como puede y con los recursos que tiene a mano. Pero lo que nunca perdió es la confianza en sí misma. Sueños tiene muchos.
Hoy busca en la música la manera de tener un ingreso para llegar a lo que siempre quiso: «una casa propia». «No tenemos gas ni agua caliente. El año pasado me compré un calentador eléctrico pero se me rompió, así que ahora tengo que ver cómo hago para comprarme otro», contó Natty.
Mientras planifica las próximas actividades laborales para el resto de la semana y organiza la atención de sus hijos, va pensando cómo salir adelante. «Pero siempre con la confianza de que se puede. Si logro vivir de la música se que será todo mejor», agrega. Y ya no puede hablar más, su garganta sometida a antibióticos le está pidiendo un respiro. «Pero solo por ahora, ya volveré», finalizó. Por ahí va su vida.
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