Temporal de Bahía Blanca: las obras que necesita urgentes para su reconstrucción
La infraestructura precisa de atención urgente para iniciar el camino de normalización. Los desafíos son múltiples: rutas, puentes y el hospital, los puntos claves.
Mientras continúa la desesperante búsqueda de alrededor de 100 personas desaparecidas y las donaciones que llegan de todo el país son repartidas en los sectores más perjudicados, Bahía Blanca comienza su arduo y doloroso proceso de reconstrucción, a apenas tres años de su bicentenario.
Aún sin recuperarse del todo del tornado que la azotó el 16 de diciembre de 2023, esta ciudad del sur bonaerense sufrió el 7 de marzo pasado la peor inundación de su historia.
Ya sin agua acumulada en los barrios (excepto en una zona puntual de Viajantes del Sur), los mayores esfuerzos hoy por hoy están enfocados en las soluciones sociales inmediatas, ya que se estima que el 70% de la población requiere algún tipo de ayuda.
Pero la realidad es que la infraestructura de la ciudad también precisa de atención urgente para iniciar el camino de normalización.
Y en ese sentido, los desafíos son múltiples y de diversas aristas. De hecho, a casi 10 días del fatal evento climático, la gran mayoría de establecimientos educativos públicos y privados no pudieron iniciar el ciclo lectivo 2025; el hospital interzonal Penna continúa con varias áreas de atención inutilizadas; el tránsito interno sigue siendo caótico en gran parte por la afectación de los puentes que cruzan el canal Maldonado y los accesos terrestres y viales a la ciudad son todavía dificultosos.
Lamentablemente, la solución a esos inconvenientes no dependen de la buena voluntad de los vecinos o de la solidaridad de la población de todo el país; sino que requieren recursos económicos extraordinarios y que escapan al presupuesto municipal.
Por ello, Bahía Blanca precisa de una tarea conjunta al margen de las posiciones políticas entre los gobiernos de provincia y de Nación para iniciar su reconstrucción estructural.
En el transcurso de la semana pasada tanto el presidente Javier Milei como el gobernador Axel Kicillof visitaron la ciudad, se interiorizaron de sus necesidades a corto, mediano y largo plazo y prometieron soluciones.
Por lo pronto, las obras de magnitud deberán ser proyectadas, presupuestadas y licitadas, aunque el Ejecutivo local, comandado por Federico Susbielles, no tiene margen de error en el orden de prioridades y tampoco puede perder tiempo. Está claro que Bahía Blanca se encuentra hoy en el centro de la escena a nivel nacional, y hasta internacional, sensibilizando a muchísimos sectores dispuestos a colaborar.
Esa situación debe ser usufructuada, porque Bahía necesita ponerse de pie lo más rápido posible: por su propio bien y también por el impacto económico y social que la ciudad representa a nivel zonal, regional, provincial y nacional.
Sin ir más lejos, como consecuencia de los daños sufridos por las vías y algunos puentes por la crecida del Maldonado está cancelada la circulación de los trenes de carga que llegan al puerto local, afectando a más de cien empresas, incluidas las que trabajan en el yacimiento de Vaca Muerta.
También se encuentra cerrado el paso por la vía Lamadrid que cruza el parque de Mayo, con lo cual la prestación de cargas se halla completamente paralizada, afectando a la provisión de granos y subproductos de agro a cientos de productores, acopiadores y exportadores del sector agroindustrial.
Solucionar esta cuestión es tan primordial como las siguientes tres:
Obras que necesita Bahía Blanca tras el temporal: Canal Maldonado y puentes
Bahía Blanca es surcada, de norte a sur, por el arroyo Napostá. Habitualmente no muy caudaloso, nace en las sierras y desemboca en el mar.
Apenas asoma en el parque de Mayo, donde llega bordeando el camino de La Carrindanga, el agua ingresa en el Repartidor o Derivador (que quedó totalmente destruido) y toma dos caminos opuestos: el canal Maldonado por un lado y, luego de un kilómetro a cielo abierto por el Paseo de las Esculturas, hacia el denominado “Entubado” por otro, hasta que reaparece, nuevamente al descubierto, detrás de la exestación del ferrocarril Rosario Puerto Belgrano.
Ambos sectores colapsaron por la tremenda correntada que originó la intensa precipitación del viernes 7 y sus respectivos desbordes fueron razones de la inundación ocurrida en gran parte de la ciudad.
El canal Maldonado es una obra realizada hace más de 70 años (1949-1951) que ha tenido algunas intervenciones de mantenimiento, aisladas en el tiempo y sin un plan de cuidado constante.
Por él, cruzan nueve puentes vehiculares que unen la ciudad. Varios de ellos aparecen gravemente dañados, aunque en otros la rotura la ha sufrido el pavimento, que ha colapsado por la socavación, mientras que la parte estructural parece ser factible de recuperarse.
La posibilidad de reparar lo existente tiene que ver, además, con una cuestión de tiempos, ya que una reconstrucción completa podría no verificarse hasta fin de año.
Por estas horas están habilitados solamente los puentes de Vieytes, Zelarrayán y avenida Alem. Esta cantidad es claramente insuficiente para el tráfico que hora a hora se registra desde y hacia los barrios del sector. En este punto se debe considerar que la ciudad ha crecido de manera exponencial “del otro lado del canal”, al punto que incluso con todos los puentes en funcionamiento había complicaciones en las horas pico.
Cabe recordar que el Canal Maldonado propiamente dicho, que se extiende desde el parque de Mayo hasta desembocar en el mar, es, desde 1951, la obra hidráulica que permitió poner punto final a las inundaciones que se producían en la ciudad cada vez que se registraban lluvias importantes en la cuenca del arroyo Napostá.
Hoy, tras los casi 400 milímetros que cayeron el viernes 7, se muestra en un pésimo estado general, considerando además que la última intervención importante se realizó hace casi 20 años, cuando se procedió a la reparación integral de las losas que recubren su fondo y taludes laterales.
Por aquellos años ya se mencionó que el canal estaba cerca del colapso, por el mal estado de las losas y la enorme cantidad de resquicios por los cuales se podía filtrar el agua y, en una crecida importante, destruir la obra y desbordar hacia los barrios ubicados en sus márgenes. Tal cual lo que sucedió el 7 de marzo pasado. Refuncionalizar el Canal requerirá alrededor de 80 mil millones de pesos, mientras que la reconstrucción de los puentes demandarían otros 15 mil millones.
Obras que necesita Bahía Blanca tras el temporal: rutas
La gran mayoría de las rutas, tanto provinciales como nacionales, que conectan nuestra ciudad con distintos puntos de la Patagonia y del resto de ciudad bonaerenses se encuentran aún con distintos grados de complejidad. “El estado actual de los caminos es complejo y requerirá labores intensas para restablecerlos”, reconocieron desde Vialidad Nacional.
Normalizar el tránsito para el ingreso y egreso de la ciudad es clave para volver a vincular sectores productivos. De hecho, los camiones que están llegando con donaciones de distintos puntos del país están sufriendo muchos contratiempos para poder ingresar a la ciudad.
Obras que necesita Bahía Blanca tras el temporal: Hospital Penna
Poner en operatividad el Hospital Interzonal General “Dr. José Penna” es otra cuestión primordial, luego de ser el más afectado de todos los nosocomios que tiene Bahía Blanca. Para entender su importancia, se debe tener en cuenta que brinda diferentes servicios de atención en salud, principalmente de alta y mediana complejidad, a toda la población residente en los 15 partidos que componen la Región Sanitaria I.
Posee, en promedio, más de 200 camas de internación y como características distintivas, es el único efector público de salud que atiende partos en la ciudad y que posee los recursos necesarios para atender embarazos y nacimientos de alto riesgo en toda la RS I. Además, es la única institución pública de salud que dispone de UTIP (Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica) en Bahía Blanca.
Por la tormenta, se perdió prácticamente todo el equipamiento de terapia intensiva, neonatología, quirófano, diagnóstico por imágenes y hasta un resonador adquirido hace pocos meses. A eso se sumó que seis ambulancias utilizadas para traslados de emergencia quedaron totalmente fuera de uso.
En este caso puntual del Penna, la provincia prometió una inversión superior a los 22.000 millones de pesos para reparar estructuras dañadas y reequiparlo.
Mientras tanto, se puso en marcha un Plan de Contingencia, con nueve ambulancias y cinco móviles 4×4; un helicóptero y un avión para concretar traslados y derivaciones y se instaló en la puerta del hospital un tráiler preparado como shock room, una carpa sanitaria y una unidad sanitaria móvil con consultorio para la primera atención. Para compensar la transitoria salida del Penna del sistema sanitario ya llegó a Bahía Blanca el Tren Sanitario, a fin de sumar recursos y asistencia a los damnificados. Se pusieron a disposición dos vagones preparados para atención primaria, vacunación y acompañamiento.
Y en el playón del Bahía Plaza Shopping se instaló un Hospital de Campaña a cargo del Ejército Argentino, que cuenta con enfermeros, traumatólogos, cirujanos psicólogos y radiólogos, entre otros especialistas.
Mientras continúa la desesperante búsqueda de alrededor de 100 personas desaparecidas y las donaciones que llegan de todo el país son repartidas en los sectores más perjudicados, Bahía Blanca comienza su arduo y doloroso proceso de reconstrucción, a apenas tres años de su bicentenario.
Aún sin recuperarse del todo del tornado que la azotó el 16 de diciembre de 2023, esta ciudad del sur bonaerense sufrió el 7 de marzo pasado la peor inundación de su historia.
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