Tortugas, zorros y hasta un puma: el peligro y las consecuencias de domesticar animales silvestres en Neuquén

Esta costumbre perjudica de sobremanera a las especies, muchas de las cuales terminan viviendo en cautiverio.

Pancho es un puma que en 2005 fue rescatado de una casa donde lo habían dejado solo y atado con una cadena. Era un cachorro cuando lo encontraron y en lugar de devolverlo a la naturaleza, lo criaron como una mascota. Cuando creció, ya era demasiado tarde para reinsertarlo en su hábitat. Hoy, después de más de 20 años en cautiverio, su historia es el reflejo de una realidad triste y dolorosa: el intento de los humanos por domesticar animales silvestres y sus consecuencias.

El afán de domesticar animales silvestres (mascotismo) es una costumbre arraigada que, en muchos casos, termina por perjudicar a las especies y sus ecosistemas.

En la provincia de Neuquén, la Dirección de Fauna viene trabajando en este problema desde hace tiempo, y en el último año han recibido gran cantidad de animales que familias han devuelto, tras tomar conciencia de las consecuencias.

“Muchas familias empezaron a devolver animales silvestres cuando se enteraron de que realmente no se puede tenerlos como mascotas y de que todo un proceso es necesario para poder reinsertarlos en su hábitat”, explicó el director de Fauna de Neuquén, Nicolas Lagos.

Sin embargo, el problema radica en que “la mayoría de estos animales ya están domesticados desde muy pequeños, por lo que no pueden volver a su entorno natural”.

Un caso emblemático es el de Pancho, un puma que fue rescatado hace más de 20 años en una casa donde lo abandonaron atado con una cadena. “Es un animal totalmente domesticado. No se pudo reinsertar en la naturaleza y lleva dos décadas viviendo en cautiverio”, contó el funcionario. Actualmente, Pancho está en un refugio de Cipolletti que alberga otros animales en situación similar.

Pero, ¿Cómo comienza el problema? De hecho todo empieza con un acto de buena fé. En muchos casos, las personas encuentran animales silvestres en peligro y, con la mejor intención, deciden adoptarlos en lugar de comunicarse con las autoridades.

Loros habladores y zorros son especies recurrentes. Foto: Gentileza.

“Vas por la ruta y ves que un auto atropelló a una zorra que tenía cachorros. La familia levanta al cachorro porque cree que es lo correcto«, relató Lagos. Sin embargo, termina criándolos en la casa. «Cuando crece y ya no puede tenerlo, lo sueltan en la naturaleza, pero el animal no esta preparado para eso. En la mayoría de los casos terminan muriendo”.

Entre los animales más rescatados en Neuquén están las tortugas, los zorros y cuises. “Hay una gran cantidad de tortugas en tránsito esperando su reinserción”, señaló el director de Fauna y destacó que las tortugas no son animales para tener de mascota.

Otro caso común es el de los loros habladores, una especie víctima del contrabando proveniente del norte del país. “Cuando recibimos una denuncia sobre un loro hablador en una jaula sin certificado de tenencia, acudimos al lugar y, si no hay documentación legal, el animal es secuestrado”, relató.

En los casos de tránsito de animales, la Dirección de Fauna otorga certificados de tenencia asegurando que el ejemplar estará bajo cuidado hasta que se defina su destino.

El funcionario destacó que la problemática del mascotismo no es nueva, pero que en los últimos años se ha tomado más conciencia. “No es que haya más casos, sino que la gente está más informada y entrega voluntariamente a los animales”.

Cuises victimas del mascotismo. Foto: Gentileza.

Además de las mascotas silvestres, otro fenómeno creciente en Neuquén es el desplazamiento de especies por el avance de la urbanización. “La ciudad está creciendo sobre las bardas y hace que aparezcan víboras y otros animales en patios de casas. No es que los animales invadan la ciudad, sino que la ciudad está invadiendo sus hábitats naturales”.


Qué hacer al encontrar un animal silvestre


Para evitar el mascotismo, el director de Fauna recomienda actuar con responsabilidad ante el hallazgo de un animal silvestre. “Si encuentran una cría huérfana, lo mejor es llamar a Fauna o acercarlo a la delegación más cercana en lugar de criarlo en casa”.

En el caso de las aves, muchas veces se cree erróneamente que los pichones están abandonados. “Si ven un pichón en el bosque, es probable que su madre lo haya dejado ahí temporalmente y regrese a buscarlo. Lo mejor es no levantarlo”.

Lo mismo ocurre con los zorros: “las madres los esconden mientras cazan y la gente, al verlos solos, los recoge creyendo que están huérfanos”.

El mensaje es claro: los animales silvestres pertenecen a la naturaleza y la mejor manera de protegerlos es dejándolos en su entorno y no intervenir a menos que realmente lo necesiten.





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