Tragedia en Catedral: «Que nunca más vuelva a ocurrir una muerte como la de Germán»

La madre y hermanos de Germán Cofián, el trabajador que murió el 30 de julio pasado en el centro de esquí de Bariloche, exigieron que Capsa capacite al personal. Y agradecieron el acompañamiento de los trabajadores. Una pericia es clave para la investigación.

Las tardes en la casa de Norma Matamala ya no son iguales. Extraña demasiado las visitas frecuentes de su hijo, Germán Cofián, que pasaba después del trabajo a saludarla. Añora sus abrazos. Es que a pesar del cansancio tras una extensa jornada laboral en los crudos inviernos en el cerro Catedral, su hijo tenía siempre una sonrisa para ella.

La vivienda, ubicada en la calle Onelli al 3000, en el corazón del barrio Arrayanes de Bariloche, perdió la alegría. Norma cuenta que su hijo tenía una intuición especial para llegar justo cuando ella preparaba tortas fritas. “Parece que las olfateaba de lejos”, rememora. “Ahora, cuando hago tortas fritas me pongo a llorar”, revela.

Germán murió la mañana del 30 de julio pasado, mientras trabajaba sobre una plataforma del segundo tramo de la histórica telesilla Cóndor. Fue una muerte que estremeció a su familia. También, a la amplia mayoría de sus compañeros de trabajo que sienten que perdieron a un amigo.

Norma y sus hijos Eduardo, Hernán y Elías Cofián recibieron a RÍO NEGRO esta semana. Se cumplía un mes de la tragedia. “Todavía andamos llorando”, asegura Eduardo. “Hace un mes que tomo pastillas para dormir”, explica Elías. Afirman que desde la empresa no los han llamado. “Ni un médico ha venido a vernos”, señalan.

Germán Cofián tenía 46 años y durante 18 años trabajó en el cerro Catedral. (foto gentileza)

Relatan que Germán subió a la plataforma a cambiar un repuesto porque ese tramo de la telesilla Cóndor no funcionaba. Era una mañana fría y el centro de esquí todavía no abría. Aclaran que Germán era jefe del tercer tramo de ese medio de elevación.

Los hermanos están convencidos de que hubo “una falla mecánica porque no funcionaba el botón de seguridad” de ese tramo de la telesilla. Dicen que Germán nunca se enteró de que ese dispositivo estaba fuera de servicio. Por eso, subió confiado a la plataforma. Sostienen que su ayudante ya había apretado ese botón para mantener frenada la telesilla, mientras él colocaba el repuesto.

La familia averiguó que un trabajador activó desde la base el medio de elevación y el segundo tramo se activó de inmediato. La polea de retorno de la telesilla atrapó a Germán y le cortó una pierna a Germán, a la altura de la tibia y el peroné.

Describen que se desangró a unos 4 metros de altura, sobre la plataforma. “No había ni siquiera una escalera como para subir y bajarlo para hacerle el torniquete”, explican sus hermanos. Cuando la médica y patrulleros llegaron a auxiliarlo, la hemorragia era demasiado grave. Murió minutos después. Tenía 46 años.

Norma Matamala dice que su deseo es que no vuelva a ocurrir otra tragedia en el cerro Catedral. (foto Marcelo Martínez)

Un aviso doloroso


Norma se encontraba esa mañana en Osorno, Chile, cuando ocurrió la tragedia. Uno de sus dos hijos que viven en Andorra le avisó. Cuenta que regresó a Bariloche con el corazón destrozado. “Me vine llorando todo el camino en el auto”, rememora. Cruzó la Cordillera de los Andes con la esperanza de que se tratara de un error. Que todo era una confusión. Pero cuando arribó esta ciudad le confirmaron que su hijo menor había muerto.

Norma es una mujer valiente. Dice que su fe en Dios la mantiene en pie. Su esposo, Victoriano Cofián, murió a principios del 2020. Fue una de las primeras víctimas del covid-19 en Bariloche. Las vacunas contra el virus aún no llegaban. Y cuando todavía no se recuperaba de ese dolor, el 30 de julio murió Germán. “Él era mi bebé, mi Benjamín”, sostiene la mujer.

Germán creció en el barrio Arrayanes donde las oportunidades son pocas y hay que trabajar mucho para hacer realidad los sueños. Estudió en la Escuela 255 del barrio Abedules. Y casi toda su vida laboral estuvo vinculada al cerro Catedral. Estaba separado y con su expareja tuvieron una hija, que hoy tiene 16 años.

Elías, Eduardo y Hernán, hermanos de Germán Cofián, estuvieron en la pericia y relataron lo que observaron. (foto Marcelo Martínez)

Los hermanos dicen que el miércoles de la semana pasada fueron al cerro Catedral hasta el sitio donde ocurrió la tragedia. Era la primera vez que estaban en ese lugar. Fue un momento conmovedor. Doloroso. “Fue terrible porque todavía estaba la mancha de sangre de mi hermano”, señala Hernán.

Se presentaron en el lugar porque se constituyeron en querellantes en la causa penal en trámite. Y quisieron estar presentes cuando se hiciera la pericia. Uno de ellos se comunicó por videollamada con su hermano, Guido, que desde hace 20 años trabaja en un centro de esquí de Andorra y conoce sobre el funcionamiento de medios de elevación. Querían que observara todo.

Eduardo, Elías y Hernán se dedican a la construcción. Nunca trabajaron en el cerro Catedral y tampoco tienen experiencia en actividades de montaña. Por eso, filmaron toda la pericia. Y registraron un hecho que los dejó desconcertados e indignados.


Norma Matamala enfrentó en 2020 la muerte de su esposo y ahora de su hijo menor. (foto Marcelo Martínez)

Agradecidos por el acompañamiento


En la casa de Norma quedó la mochila desgastada por el paso del tiempo que Germán usaba para ir al cerro. “Un mes antes le dije: ¡Dejate de joder Germán con ese trabajo! Uno le charlaba y el se dormía tomando mate, cansado”, rememora Hernán. Dice que le había ofrecido que trabajara con ellos en la construcción.

“Pero cuando vi a sus compañeros cómo lloraban por su muerte. Ahí me di cuenta que ese era el mundo donde mi hermano se encontraba feliz. El cerro era su familia, por sus compañeros”, afirma Hernán.

Su fe les da consuelo. “Creo firmemente que hay una vida eterna y que mi hermano está descansado”, sostiene Hernán.

Valoran la solidaridad de los compañeros de trabajo de Germán. Es que el personal del centro de esquí se plantó y resolvió que por el impacto de la tragedia no estaban en condiciones de volver a trabajar ese fin de semana. El sindicato los apoyó ante la empresa que presionaba para volver a abrir la montaña con miles de turistas en la base. “Fue algo histórico, nunca se paró el cerro dos días en plena temporada”, indican los hermanos, conmovidos por el gesto.

“Agradecemos a toda esa gente que aún está trabajando en el cerro y que lloran la muerte de nuestro hermano. Que pasan todos los días por el lugar donde murió Germán. Nosotros como familia les damos fuerza”, expresan.

Y piden que Capsa le brinde cursos de capacitación al personal. Que se preocupe de sus trabajadores. Sostienen que el empleado que activó el medio de elevación llevaba muy pocos días en ese trabajo, sin la experiencia que requiere esa tarea. “Pedimos mejores condiciones laborales para los trabajadores”, aseguran. Y exigen: “Que nunca más vuelva a ocurrir una muerte como la de Germán en el cerro Catedral”.

Desde la empresa Catedral Alta Patagonia estamos en contacto con la familia y sus representantes trabajando en todas las gestiones que se necesitan. Asimismo, desde un primer momento estamos a disposición de la justicia para avanzar con las investigaciones correspondientes. La pérdida de Germán es dolorosa para todos nosotros, entendemos y acompañamos a la familia ante la pérdida de un ser querido”.

Comunicación de la empresa CAPSA.

La perica, la clave de la investigación


Fiscales estuvieron en el lugar de la tragedia. (foto de archivo)

La investigación preliminar para esclarecer cómo ocurrió el accidente fatal de Germán Cofián, que ocurrió la mañana del 30 de julio pasado, sigue adelante a cargo del fiscal adjunto Gerardo Miranda.

Desde el Ministerio Público Fiscal informaron ayer que en los próximos días el fiscal tendrá el informe de la pericia que se hizo en el medio de elevación Cóndor II. Es una prueba clave para determinar el curso de la causa en trámite.

Explicaron que en la fiscalía ya entrevistaron a todas las personas que tuvieron intervención directa o indirecta en el caso. Indicaron que tienen los informes de toda la documentación que el Ente Autárquico Municipal Fiscalizador de la Concesión del Cerro Catedral (Eamcec) presentó.

“Se ordenó y se autorizó la pericia del ingeniero mecánico”, señalaron. Pero comunicaron que el fiscal del caso todavía no tiene el informe de la pericia.

Aseveraron que el perito tiene un plazo para entregar el informe. Dijeron que no saben si el experto necesitará alguna información adicional o si habrá que pedir una ampliación o no del informe.

Afirmaron que, en principio, “la investigación ya estaría bastante avanzada con esa pericia y nos reuniremos nuevamente con la familia para explicarles el estado y quiénes serían los responsables o no”.

“Tenemos una hipótesis, pero para poder confirmarla o descartarla necesitamos el informe del perito que puede modificar obviamente el curso de la investigación. Hasta no tener eso no tenemos la película completa”, aclararon las fuentes.

Explicaron que el medio de elevación se entregó a Capsa porque ya se hicieron las pericias. “Ni bien tengamos las pericias vemos las responsabilidades”, enfatizaron.


La familia dice que el botón de seguridad no funcionaba


Germán Cofián llegó el 30 de julio pasado a su trabajo. Todavía no salía el sol. Saludó a sus compañeros con buen ánimo y subió hasta la plataforma de la telesilla Cóndor II. Sus hermanos relatan que tenía que cambiar la barreta de seguridad del medio para que pudiera funcionar.

Subió con un ayudante al que le indicó que apretara el botón de seguridad para mantener paralizado ese tramo de la telesilla (que tiene tres desde la base hasta la cumbre).

Los hermanos relatan que Germán subió a la plataforma y se sentó sobre ella porque no hay ninguna protección. Cuando cambió la pieza, la telesilla comenzó a moverse, porque un empleado la había activado desde la base. La polea de retorno le atrapó una pierna y se la cortó. Germán murió en minutos por la grave hemorragia ante la conmoción de sus compañeros de trabajo.

¿No sabemos aún quién le dio la barreta de seguridad?”, comentaron Hernán, Eduardo y Elías Cofián. Los tres fueron el miércoles de la semana pasada al sitio de la tragedia para observar el trabajo del perito designado por la fiscalía. Uno de ellos se comunicó por videollamada con Guido Cofián, que tiene unos 20 años de experiencia en medios de elevación en Andorra, donde trabaja.

Grabaron todo. El perito estuvo acompañado por un representante del Ente Autárquico Municipal Fiscalizador de la Concesión del Cerro Catedral (Eamcec).

“Nos llamó la atención que llegaron sin nada para tomar apuntes”, comentan. Dicen que la indignación fue total cuando comprobaron que el botón de seguridad que debe frenar ese tramo de la telesilla no funcionaba. “Lo apretaron una vez, después otra vez bien fuerte y no andaba. Mi hermano no sabía que no andaba”, denuncia Elías. Aseguran que el tablero estaba con los botones desgastados. Y señalan que la telesilla Cóndor tiene casi 75 años de uso. Y expresaron su sorpresa por la precariedad que había en ese lugar de trabajo.


Las tardes en la casa de Norma Matamala ya no son iguales. Extraña demasiado las visitas frecuentes de su hijo, Germán Cofián, que pasaba después del trabajo a saludarla. Añora sus abrazos. Es que a pesar del cansancio tras una extensa jornada laboral en los crudos inviernos en el cerro Catedral, su hijo tenía siempre una sonrisa para ella.

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