Un turista se arrojó al río para recuperar una ojota y murió ahogado, en Córdoba
El hombre de 34 años había llegado al lugar para pasar el día junto a su esposa y tres hijas. Sin embargo, tras sumergirse en el cauce, no volvió a salir y perdió la vida.
La tragedia golpeó fuerte este viernes a la villa turística de Mina Clavero, en el corazón de las sierras de Córdoba, donde un visitante murió ahogado luego de arrojarse al río con la aparente intención de recuperar una ojota de su hija.
Ocurrió esta tarde, en el río De Los Sauces, hasta donde había arribado el hombre de 34 años, cuya identidad no se informó por el momento, para pasar la tarde junto a su esposa y sus tres hijas.
De acuerdo a la reconstrucción policial, el hecho tuvo lugar alrededor de las 13:30, en el balneario Los Elefantes. En ese lugar, el turista proveniente de Zárate, en Buenos Aires, se lanzó al agua para recuperar la ojota de una de sus hijas que se había caído al río, cerca de una cascada.
Sin embargo, nunca volvió a emerger a la superficie, quedando atrapado en una ventana natural formada entre las piedras y el agua. Fueron los gritos de desesperación de su familia los que alertaron a los turistas, que rápidamente dieron aviso a las fuerzas de seguridad y equipos de rescate.
Sobre las 14, la víctima fue encontrada y extraída del agua, pero a pesar de las intensas maniobras de reanimación cardiopulmonar, se constató que ya no presentaba signos vitales.
Durante el operativo, trabajaron la Policía de Córdoba, Bomberos Voluntarios de Mina Clavero, Servicio de Emergencia 107, Defensa Civil y Seguridad, y Convivencia Ciudadana local. El seguimiento del hecho quedó a cargo de la Fiscalía de Villa Cura Brochero, que inició una causa por «Muerte de Etiología Dudosa».
Tragedia en Córdoba: un balneario con riesgo
Según definió el portal local Traslasierra, el sector donde ocurrió el fatídico episodio es «reservado únicamente para nadadores experimentados», dado que se caracteriza por la presencia de rocas elevadas y por la correntada del agua.
En ese tramo, el río se «encajona» entre unas piedras de considerable dimensión y dificulta la inmersión de los bañistas que, con las altas temperaturas, lo utilizan para refrescarse.
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