Vidor: la primera toma de una fábrica de Neuquén

La esquina de Anaya y avenida Mosconi (exruta 22) luce hoy muy diferente a como se veía en la década del 70. Allí se produjo el primer piquete de la ciudad de Neuquén. Además, aunque hoy sea un conflicto recurrente, en el lugar sucedió el primer quiebre de una fábrica y la primera toma por parte de sus trabajadores.

Se trató de la firma Vidor que se dedicaba a la fabricación de pilas secas. Fue la primera en desarrollar esta actividad en la región.

Mediante la ley de Promoción Industrial, el gobierno de la provincia de Neuquén destinó parte del presupuesto a la construcción de Pilas Vidor SA, que se concretó por una asociación de la firma con el grupo inglés Crompton Parkinson Limitada.

Al tiempo de ponerse en funcionamiento, por mala administración la empresa comenzó a tener problemas financieros graves. Comenzó allí la historia de un largo conflicto. En junio de 1971, los empleados de la fábrica iniciaron el primer paro de actividades por falta de pago de los salarios y las pésimas condiciones laborales. La firma se negaba además a reconocer a los delegados sindicales.

Días después luego de una negociación, se retomó la actividad, pero en octubre de ese año la empresa todavía no había cumplido con los compromisos asumidos y se produjo un nuevo paro.

“La empresa aducía errores administrativos a la falta de pago. Hasta diciembre de ese año seguían sin percibir gran parte de los salarios adeudados. Los trabajadores denunciaron el vaciamiento de la empresa mientras que Vidor solicitó convocatoria a acreedores. El 16 de ese mes emprenden el tercer paro que se transformó en ocupación de la planta”, explicaron los representantes del Frente de Izquierda, en su diario digital.

A ese altura del partido, los trabajadores de Vidor contaban con el apoyo de grupos de empleados de otras empresas y fue el Obispo Jaime de Nevares, quien se ofreció de mediador. El conflicto comenzaba a subir de tono. Ante un posible paro regional, previsto para el 2 de enero de 1972, el gobierno neuquino otorgó un subsidio a los obreros. Pero la paz duró poco.

En el texto publicado por la Izquierda, se puede leer “en mayo de 1972 comenzó nuevamente el malestar entre los obreros, el vaciamiento de la fábrica continuaba, ya quedaban sólo 30 operarios realizando tareas de mantenimiento porque no se producía, pero a los que no se les pagaba salario”.

Se barajaba la posibilidad de expropiar la fábrica por parte del Estado o venderla a un privado.
En junio de 1972 se concretó una nueva toma. Pero los trabajadores de Vidor ya no contaban con la fuerte contención de otros grupos y se incrementó una puja política dentro de la empresa. Vidor quebró en noviembre de 1972.