Sedentarismo cognitivo y legado digital, los fenómenos que se profundizan con la IA
La pandemia, las medidas de aislamiento y la irrupción de la IA contribuyeron al escenario digital actual, donde hay posibilidades y riesgos.
Ignacio González reside en Viedma. Es licenciado en Psicología con formación en inteligencia artificial (IA), impacto social y transformación digital. Actualmente, cursa una Maestría en Ciencia, Tecnología e Innovación y aceptó una charla con RÍO NEGRO.
Allí se refirió al sedentarismo cognitivo y al legado digital, dos fenómenos que se profundizaron luego de la pandemia de coronavirus y la irrupción de la inteligencia artificial.
Durante la charla, el entrevistado contó que comenzó a dictar un taller de convivencia en entornos digitales. Días atrás se cumplieron cinco años de las primeras medidas de aislamiento por el covid-19 y esa fue la “excusa”.
En ese sentido, Ignacio comentó que lo que ocurrió en el último tiempo ha sido una “mudanza social” comparable a las “grandes mudanzas sociales” que ha habido en la historia, como ocurrió, por ejemplo, con la industrialización. “Se ha ido de un entorno rural a un entorno urbano, y ahora se ha pasado de un entorno urbano, a un entorno digital, y recién estamos empezando a ver qué tipo de efectos genera esto”, explicó.
En cuanto al sedentarismo cognitivo, el psicólogo recordó cómo le delegamos a la inteligencia artificial o a los programas digitales, ciertas “facultades cognitivas que son nuestras”.
“Durante la revolución industrial, con la tecnología, lo que buscábamos era delegar el esfuerzo físico, ahora lo que delegamos es el esfuerzo cognitivo. Así como hubo un deterioro en el esfuerzo físico llamado sedentarismo, que impacta en lo corporal, con el sedentarismo cognitivo se está viendo cómo le delegamos a las herramientas digitales una facultad cognitiva como no poder sacar cuentas básicas, no memorizar números de calles, etc. Eso va teniendo un impacto en las personas”, razonó.
“Nos sobrevive el contenido”
En otro tramo de la charla, González se refirió al legado digital, otro fenómeno que se profundizó en los últimos años. “Las huellas que nosotros vamos dejando en el entorno digital, en internet, todo lo que nosotros subimos, cargamos, compartimos, eso no se borra”, advirtió el especialista, que actualmente trabaja en el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia de Río Negro.
“Al quedar una marca de todo eso, nosotros vamos dejando un camino que tiene un impacto en la identidad digital, pero también vamos dejando datos, información, contenido que nos sobrevive”, indicó, y sumó: “El día que fallezcamos, que ya no estemos más, todo ese contenido permanecerá en el entorno digital y convivimos con eso que muchas veces irrumpe”. En este punto, el psicólogo enumeró los recuerdos de un familiar fallecido que brinda, por ejemplo, Google Fotos. “Muchas veces nos vuelve una imagen de una persona que ya no está en un momento random de la vida”, reflexionó.
“Antes, quizás, guardábamos una foto. Ahora podemos tener el audio de la persona y de pronto, en el día a día, vamos conviviendo con un montón de elementos que pueden dificultar los duelos”, alertó González, autor de artículos referidos a los fenómenos digitales emergentes.
En esa línea, recordó que con todo ese contenido y mediante la IA se puede “reproducir una conversación que tendríamos con una persona que ya no está”. “Puede resultar fantástico en personajes históricos, pero con personas allegadas el impacto que tiene en la tramitación de los duelos es bastante impresionante. Todo muy Black Mirror. Lo que en algún momento lo veíamos ficcionalmente hoy está, lidiamos con eso y encima a una velocidad que impacta”, razonó.
Por último, el licenciado explicó que estas temáticas parecen ir “a la velocidad de la luz”, de ahí su compromiso. “Hace cinco años apenas conocíamos Zoom. Hoy por hoy, WhatsApp tiene la posibilidad de hacer permanentemente videollamadas. Eso impacta en cómo nos relacionamos, e involucra no solo las posibilidades, sino todos los riesgos… Lo vulnerable que podemos quedar también ante estas situaciones. El impacto que tiene en las crianzas, en las infancias, que están vinculadas totalmente a los entornos digitales. Prácticamente, el ámbito rural o natural fue en desmedro. El impacto que eso está teniendo en las subjetividades es tremendo y es un poco inagotable también”, cerró el especialista.
IA: “Rudimentaria”, pero con gran poder
Durante la entrevista, González se refirió a la “facultad imitativa” de la inteligencia artificial. “El efecto más inquietante sucede cuando, de pronto, nos encontramos muy representados por el fenómeno de espanto que termina generando la inteligencia, cuando parece que es demasiado igual a nosotros. Estos temores vinculados a la fantasía de que pueda tomar independencia”, expuso el especialista, sin embargo, aclaro: “En términos comparativos y psicológicos es una inteligencia muy rudimentaria comparada con la humana. Lo que tiene es un gran poder”.
“En virtud de todas las fantasías que genera, de todos los temores y el avance impresionante de la robótica, es mucho más rápido de lo que se puede trabajar a nivel social. Ese tipo de temáticas es la que estoy trabajando”, explicó.
Como mencionamos al comienzo, las medidas de ASPO y DISPO propiciaron el entorno digital actual. Luego llegaría la IA. “Se empezaron a ver varios fenómenos que algunos están en boga. También hay muchos fenómenos que me generaron mucho interés y tiene que ver con el impacto principalmente de las subjetividades”, recordó el especialista.
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