La mayoría de los gobiernos democráticos entienden que participar de las elecciones es un derecho consagrado a la ciudadanía, pero no una obligación, y mucho menos una responsabilidad cuyo incumplimiento es pasible de sanción civil o penal, algo que desafortunadamente dista mucho de la realidad local en Latinoamérica, planteando la necesidad de un verdadero debate sobre el tema. El eterno cruce de los pros y contra del sistema de voto voluntario en detrimento de los fundamentos del voto oblig