Toma de tierras: balean la casa de uno de los denunciantes

La ocupación irregular de una cancha de fútbol por parte de un nutrido grupo de familias de barrios de esta capital adquirió ayer ribetes violentos.

El dirigente deportivo del Santo Fútbol Club -cuyo campo de juego fue tomado esta semana- y ex concejal, Juan Millaguán denunció que su casa fue baleada y le adjudicó responsabilidad a las declaraciones del intendente José Luis Foulkes quien lo vinculó con haber instigado la usurpación.

El ex edil calculó en 20 perdigones los que impactaron contra algunas paredes de su vivienda en el Barrio Mi Bandera, de esta capital.

“Hace dos años que le vengo advirtiendo que tenemos que tener una cancha en otro lado. Esto es una crónica anunciada. Es un capricho tener una cancha en semejante lugar y nunca fuimos escuchados”, dijo Millaguán a medios radiales.

También negó intereses electorales y manifestó no entender “qué beneficios podría tener este tipo de maniobras en el barrio, porque mi casa tiene más de 20 balazos”, insistió.

Destacó que “cuando nos despertamos a las 5 y media de la mañana, se escucharon más de 20 estampidas, no pensamos que era acá a la casa y cuando salimos afuera, al rato, empezamos a ver que sí, que había sido en contra de mi casa. Cuando empezamos a ver todos los balazos me preocupó mucho”.

El dirigente de fútbol dijo que en el momento del hecho, estaba junto a su esposa y sus tres hijos -menores de edad- durmiendo en la habitación y al menos dos proyectiles de un arma de 9 milímetros ingresaron en la cocina de su domicilio, a escasos metros de la pieza.

Millaguán adjudicó la responsabilidad de este episodio a las declaraciones del intendente José Luis Foulkes, respecto a la masiva usurpación ocurrida este miércoles en terrenos del Santo y anunció que le realizará una denuncia ante la Fiscalía.

Al respecto, indicó que Foulkes lo presionó en los medios de comunicación para que haga una denuncia contra los usurpadores y esto “llevó a enfrentarme con la misma gente”.

Días antes, Millaguán había expresado que la toma de los terrenos de la cancha del Santo “era una crónica anunciada, nosotros ya habíamos parado dos o tres intentos de usurpaciones que habíamos tenido”.