Un barilochense rumbo a la Antártida por tercera vez

Después de haber viajado en dos ocasiones a la Antártida, el paleontólogo barilochense Ari Iglesias se prepara para una nueva aventura en el polo sur en sólo tres meses.

“Estuvimos en lugares a los que no fue nadie. Se estudian sectores desconocidos, tratando de reconstruir cómo era antes del hielo”, se enorgullece este investigador adjunto del Conicet en el Inibioma que integra el proyecto general del Instituto Antártico Argentino que coordina viajes a la Antártida desde hace 15 años.

Los viajes se llevan a cabo solo en verano y duran no más de dos meses.

“Tenemos poco tiempo para trabajar porque la nieve recién se retira a fines de noviembre y a fines de marzo, comienzan las nevadas nuevamente”, explicó Iglesias.

La Fuerza Aérea brinda la logística respecto al equipamiento y la movilidad. Pero los investigadores deben someterse a un examen físico psicológico antes de viajar. “En la Antártida puede haber tormentas grandes que duran semanas y semanas y, quedás aislado. En verano, puede haber 20 grados bajo cero. Vivimos en unas carpas muy duras para que el viento no las rompa. Y hay que saber convivir en condiciones de encierro”, expresó.

El proyecto de este investigador de la Universidad Nacional del Comahue está vinculado a la paleobotánica.

“Mi proyecto es tratar de entender cómo las plantas vivieron en una latitud tan alta. El invierno es muy oscuro, muy largo y las plantas no sobreviven. En ningún lugar del planeta, existen ese tipo de plantas”, señaló Iglesias.