Un barril criollo para blindar la producción

La iniciativa que impulsan productoras y gobierno provinciales comenzó a ser debatida ayer con Nación. Buscan evitar una ola de despidos con la reinstauración de un precio sostén.

“Esta es una oportunidad para hacer los cambios que se necesitan”. La frase corresponde al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y hace referencia a la crisis que actualmente atraviesa el sector petrolero del país y las propuestas para instrumentar un precio sostén y un sendero previsible en las retenciones.


Ayer las provincias productoras de hidrocarburos se reunieron el secretario de Energía de la Nación, Sergio Lanziani, para plantearle la necesidad de tomar medidas que impidan que la actividad petrolera entre en caída libre. La propuesta que más consenso tiene es la de aplicar un precio sostén, similar al barril criollo que rigió en el país entre enero de 2015 y diciembre de 2017.

La advertencia de la oportunidad de Gutiérrez ante la crisis remite tanto a que la acuciante situación habilita tomar medidas que podrían haberse dilatado más como son que las retenciones a las exportaciones sigan un sendero previsible que haga que cuando sube el precio del crudo sube la alícuota hasta el máximo del 8%, y al contrario al bajar el precio la alícuota desciende y permite proteger la actividad.

Esa es la misma función con la que el martes el gobierno impuso las licencias no automáticas para la importación de combustibles y crudo, de forma de priorizar el consumo de la producción nacional. Y es el mismo sentido que tendría la fijación de un precio sostén que, congele por un lado el valor de los surtidores, pero a la vez permita llegar al tan nombrado blindaje de los hidrocarburos.

Fuentes de la industria destacaron que si bien el costo de un precio sostén es no pagar más barato los combustibles, algo que sustentan todos los usuarios, el costo de no proteger a la industria podría ser mucho mayor.

Es que el descenso del precio del petróleo en el país se sumaría a la crisis que desde agosto del año pasado ya se viene viendo y que en el caso de Vaca Muerta mantiene suspendidos a 1.847 trabajadores y entre fuera de servicio y stand by a una 17 torres de perforación.

Pero la bola de nieve que podría provocar que el crudo nacional caiga por debajo de la línea de rentabilidad amenaza a toda la cadena productiva vinculada con el petróleo que alcanza hasta las pymes de todos los puntos del país que proveen pequeños insumos al sector.

En tanto que, en un contexto macroeconómico complejo del país, implicaría en algunos meses la necesidad de importar petróleo o combustible. Esta dependencia del mercado externo obliga a disponer de dólares hoy faltantes, pero además implica la amenaza de no poder frenar en algún futuro un potencial incremento internacional del precio del crudo.


“Esta es una oportunidad para hacer los cambios que se necesitan”. La frase corresponde al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y hace referencia a la crisis que actualmente atraviesa el sector petrolero del país y las propuestas para instrumentar un precio sostén y un sendero previsible en las retenciones.

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